martes, 29 de enero de 2013

TRABAJO INTELECTUAL Y TRABAJO FÍSICO.

Diccionario de economía política de Borísov, Zhamin y Makárova
El Diccionario de Economía Política editado por Borisov, Zhamin y Makarova fue publicado en la Unión Soviética y traducido al español en 1965 por Augusto Vidal Roget. Su dedicatoria dice:
El presente Diccionario de economía politica va destinado a quienes estudian esta disciplina en los cursos de educación política. También será de utilidad para los alumnos de economía política en los centros de enseñanza superior y en las escuelas técnicas.
El Diccionario no incluye toda la terminología de la economía política sin excepción. Se explican en él de manera concisa, lacónica, los conceptos, términos, leyes y categorías económicas fundamentales con que el lector se encuentra frecuentemente al estudiar la teoría marxista-leninista. Asimismo figuran en el Diccionario varios artículos críticos acerca de algunos economistas burgueses y pequeño-burgueses y sus teorías.
OPOSICIÓN ENTRE EL TRABAJO INTELECTUAL Y EL TRABAJO FÍSICO:
Oposición de intereses entre los hombres dedicados a la labor intelectual y los dedicados a la labor física; surge al desarrollarse la división social del trabajo, al aparecer la propiedad privada y las clases antagónicas. Esta oposición es característica de todas las sociedades basadas en la explotación donde los intelectuales, dedicados a la ciencia, al arte y a la política pertenecen a las clases explotadoras o están a su servicio, y con ello participan en la explotación de los hombres dedicados al trabajo físico. Las masas explotadas se ven constreñidas a ocuparse en duras labores físicas y gran parte de sus individuos están condenados a la miseria y al retraso cultural. La oposición indicada alcanza su punto culminante bajo el capitalismo. Aunque la gran industria maquinizada abre un amplio campo para el aprovechamiento de la ciencia en el proceso de producción, para infundir al trabajo un carácter creador, la realidad es que la aplicación capitalista de la maquinaria convierte al obrero en un apéndice de la máquina, le deforma física e intelectualmente. El fin de la propiedad privada sobre los medios de producción, el dominio de la propiedad social socialista, la supresión de las clases explotadoras y la victoria del socialismo conducen a la eliminación de la oposición entre el trabajo físico y el trabajo intelectual. En la sociedad socialista los intelectuales se hallan vitalmente unidos al pueblo, crece y se fortalece la unidad político-social entre la clase obrera, el campesinado y la intelectualidad. Durante los años de Poder Soviético, se ha creado en la U.R.S.S. un destacamento de más de 20 millones de trabajadores dedicados a la labor intelectual, una intelectualidad auténticamente del pueblo. Casi 1/3 de los trabajadores manuales poseen instrucción media o superior. Esto significa que se ha dado un gran paso por el camino de elevar el nivel técnico y cultural de los trabajadores manuales todos hacia el de quienes se dedican a la labor intelectual. No obstante, en la sociedad socialista aún subsisten diferencias esenciales entre el trabajo intelectual y el trabajo físico (ver), las cuales sólo desaparecerán definitivamente en la fase superior del comunismo.

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