ENRIQUE MÜLLER
24/12/2016
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El atentado de Berlín y la muerte —abatido por la policía italiana— del tunecino Anis Amri,sospechoso de la matanza de 12 personas, ha puesto en evidencia una serie de errores graves de la Administración alemana. Uno de ellos, que Amri, clasificado por las autoridades de ese país como potencial terrorista, permaneciese en Alemania pese a la orden de expulsión. El último, que lograse huir hasta Milán. El Gobierno ha encargado un informe para revisar lo ocurrido y ha reconocido que tendrá que revisar su política interior de seguridad.
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