15 de Diciembre de 2016 |
En una decisión aprobada a mano alzada, el Europarlamento considera que la UE y los Estados miembros deben coordinarse para reconocer y garantizar esas compensaciones a los afectados. Y eso, por supuesto, incumbe a España, que hace más de cincuenta años vio cómo el medicamento de fabricación alemana contra las náuseas en el embarazo generó miles de malformaciones en los fetos.
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