Iñigo Javaloyes
18/02/2017
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Lee Irish, un inspector de obras públicas del norte del Estado de Nueva York, confesó meses antes de las elecciones presidenciales que se le ponía la carne de gallina sólo de pensar que Donald Trump llegara a tener el llamado “botón nuclear” a su disposición. “He is crazy!”, dijo, pero al llegar noviembre votó por él. La esperanza entre aquéllos que aun conociendo el carácter de “el Donald” le dieron su apoyo, era que la propia institución de la Presidencia pautara el comportamiento caótico que había demostrado a lo largo de su vida.
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