sábado, 1 de abril de 2017

España; Una estríper sin dimisiones.

Cosas Que Decir
25/Marzo/2017
No son buenos tiempos para la política en Alcalá. Mi auto-impuesto silencio me estalla por las costuras viendo las cosas que pasan y su influencia sobre la ciudad que nos da cobijo y que, si tuviera personalidad propia, echaría a más de un mando político no solo de su puesto, sino de los límite de la antigua muralla.
El tripartito que gobierna el Ayuntamiento de Alcalá presentaba, de inicio, un fuerte contraste. Por un lado, unos profesionales de la política (los concejales del PSOE y Pilar Fernández) que llevaban varias legislaturas en la oposición, con el bagaje de conocimiento de la casa que eso supone. Por otro, los seis concejales de Somos Alcalá sin experiencia en la política directiva, aunque sí en la asamblearia; se suponía que eran personas que venían directamente de la calle sin los tópicos y los lastres de los que llevaban aposentando sus traseros en el Consistorio desde hace varias legislaturas.
A esa amalgama de la vieja y la nueva política se supone que les unía la ideología de izquierdas. Sin embargo, desde el primer día, ya les separaron los sueldos de cada uno. Los hay que cobran a tiempo completo, la que cobra un pastizal por tiempo parcial y los que cobran un sueldo bajo conforme a sus promesas electorales pero que no ahorran dinero al Ayuntamiento porque el excedente lo dedican a “obras sociales” teledirigidas, por llamarlo de algún modo. Ahorro cero.
Desde el comienzo de la legislatura se han vendido como un fuerte granito, sin embargo, no dejan de ser tres componentes distintos (cuarzo, mica y feldespato) cuya naturaleza peculiar hace que termine degradándose por el tiempo y el transcurrir de los elementos, en este caso políticos.
Nos dijeron que venían a regenerar…
El descrédito que para la ciudad de Alcalá de Henares ha supuesto el episodio de la estríper (me quedo con esta palabra admitida por la RAE después de ver “stripper” y “streaper”, aunque me ha encantado la forma que se utiliza en Perú o Chile; “estriptisera”), debería ser cargado en la columna del DEBE de este equipo de gobierno.
Habiendo dos concejales en las instalaciones, fueron incapaces de evitar que el espectáculo comenzara o, una vez iniciado, incapaces de pararlo. Trataron de ocultarlo durante días y, de no haberse difundido el vídeo, nadie se habría enterado de semejante dislate.
Los concejales del Equipo de Gobierno llevan semanas sin dar ninguna explicación amparándose en la Investigación Reservada que, por otro lado, solo sirve para conocer la implicación de los empleados públicos en lo acontecido en el Parque Municipal de Servicios. De hecho, si los resultados de la investigación no contradice lo que ya se ha publicado sobre la fiesta, podría ser que algún otro concejal de este Equipo de Gobierno tuviera que dimitir por haber faltado a la verdad en las primeras declaraciones públicas precipitadas.
Lo que de esa investigación saldrá será una narración, más o menos fidedigna, de lo que ocurrió y de las responsabilidades legales de los funcionarios y personal laboral del Ayuntamiento de Alcalá que participaron en el triste evento. O mucho me equivoco o el máximo responsable será aquel sobre el que no pueda recaer ninguna sanción, por ejemplo, por estar jubilado.
La dilación de este procedimiento alimenta mis sospechas de que se estén cocinando perfectamente las historias de cada uno para evitar que, primero, se produzcan filtraciones a los medios de comunicación y, segundo, que se ofrezcan versiones que pudieran resultar contradictorias con las conclusiones que se publiquen. Vamos, un “todos a una”.
Pero siendo la responsabilidad de los funcionarios importante, la de los políticos me incumbe más y esa no debería hacer falta esperar a una Investigación Reservada para sustanciarse.
Si estos representantes de la “nueva política” lo fueran de verdad, habría optado por el camino directo de la dimisión y la asunción de responsabilidades por lo ocurrido. Dos concejales estuvieron presentes en la “fiesta”, según las declaraciones de muchos de los presentes; el concejal responsable del Parque Municipal de servicios, cuyo título oficial es Concejal Delegado de Obras y Servicios, Concejal Delegado de Mayores, Concejal Delegado Presidente Junta de Distrito II, Carlos García Nieto y Alberto Egido Viciana, Concejal Delegado de Medio Ambiente y Movilidad.
No han dimitido, no han dado ninguna explicación pública, no han asumido la responsabilidad que tienen sobre lo ocurrido, sobre lo que pudieron evitar y sobre lo que ocultaron desde que ocurrió hasta que se hizo público y, desde ese momento, hasta la actualidad con su silencio cómplice.
Ambos concejales deberían haber demostrado que su intención de regenerar la vida política local no eran solo palabras vacías y que, ante hechos tan graves y de tanta repercusión en todo el mundo, su apego por el cargo es mucho menor que las ganas de demostrar la limpieza de sus convicciones. Pero no ha ocurrido así.
Ni siquiera sus partidos (PSOE, Somos Alcalá/Podemos) les han dado el empujoncito necesario para que sus cavilaciones finalizaran como ejemplo de lo que tanto han proclamado de limpieza de la vida política. Da la sensación de que, más bien al contrario, el contrapeso de los compañeros de partido ha servido para que los concejales implicados abandonaran cualquier pensamiento, por mínimo que fuera, de asumir sus responsabilidades vía dimisión.
Cada minuto que pasa, mengua la importancia de la fiesta con estríper en el Ayuntamiento de Alcalá, por mor de la dinámica de la actualidad que marca que las cosas que han pasado hace un momento tienen menos importancia que las que ocurren en este momento. Sin embargo, yo creo que es al revés. Cada minuto que pasa sin que estos dos concejales asuman la responsabilidad que tienen y que ni siquiera expliquen públicamente lo que pasó, es un minuto perdido que aleja la regeneración política que, se supone, estos partidos querían representar frente a lo ocurrido durante los gobiernos del PP.
Si estos dos concejales (García Nieto y Egido Viciana) estuvieron presentes en la fiesta de jubilación de marras, si supieron durante la celebración de la existencia de una pareja de estriptiseros, y no hicieron nada, su única salida decente es la dimisión.
Con el tiempo que ha pasado, lo peor no es que no hayan presentado la dimisión, ni siquiera que hayan participado en la confabulación de su ocultamiento, primero no diciendo nada y ahora no realizando públicas declaraciones aclaratorias, lo peor de todo es que el tripartito del gobierno municipal, como uno solo, se han ocultado detrás de una “investigación reservada” para que estos políticos no asuman su responsabilidad.
Responsabilidad acrecentada por el hecho de que, ahora descubrimos que no era más que un promesa embaucadora de campaña electoral, nos vendieron que venían a regenerar la política local frente a los desmanes pasados protagonizados por el PP.Cosas como estas nos muestran la realidad; “por sus actos los conoceréis”. Ni capacidad para dirigir, ni capacidad para mejorar la situación, ni capacidad para asumir sus responsabilidades. Así no van a regenerar nada.

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