España y "Podemos con Podemos"

María Rey es periodista. Comenzó en la radio, se paseó brevemente por la prensa y terminó echando raíces en la Televisión. Presentadora, reportera o ambas cosas al mismo tiempo y siempre en Informativos. Desde hace más de 15 años es la Corresponsal Parlamentaria de Antena 3 Noticias. A pesar de la que está cayendo le sigue interesando la política, desconecta con la lectura, y tiene debilidad por los “gadgets”, la tecnología y las redes. Se define como “aprendiz de casi todo”"

Podemos con Podemos

Podemos se transforma en partido, con estructura al uso. Un paso más en la normalidad que es recibido con una mezcla de temor y desconfianza ¿es que no cabe uno más en nuestro sistema democrático?

De María Rey | El blog de María Rey

El secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, durante la rueda de prensa ofrecida tras la primera reunión …
Bienvenidos al sistema" titulaba su columna en El Mundo mi admirada Lucía Méndez. Otros algo más ácidos les dan la bienvenida a la casta. Los periodistas subrayamos estos días la normalidad de lo excepcional, un partido político que nace, se hace, se organiza y compite. Como destaca Lucía, Podemos recorre estas semanas el camino que otros hicieron años antes y es eso lo que les convierte en uno más, aunque sigan sintiéndose distintos. Lo son en muchos sentidos, tienen la ilusión intacta, el carnet de las decepciones vacío, también el de los fracasos en blanco y la sensación de que ha llegado su momento

Cuesta entender por qué Podemos despierta tantos miedos. La imagen de Iñigo Errejón atendiendo a la prensa, sobre un improvisado atril construido con cajas, produce más ternura que temor. Las voces de alarma recuerdan la llegada de Amaiur al Congreso, sus siete diputados ocupaban sus escaños mientras cientos de ojos los observábamos pasmados, ¿tendrán rabo y cuernos? Pues no, pronto comprobamos que en ese racimo cada uva venía de una parra distinta y junto al discurso agresivo, había otras voces amables.

Amaiur dejó de ser noticia enseguida porque se convirtieron en uno más. Su discurso condescendiente con los violentos pasa ya desapercibido porque no tiene interés, no aporta nada al debate público, no enriquece, ofende.

Las ideas de Podemos -aunque provocadoras- tienen poco que ver con el radicalismo de Amaiur, pero están generando un desconcierto similar entre la clase política y periodística. Pablo Iglesias y sus compañeros, llegarán al Congreso en poco más de un año y habrá que abrirles la puerta grande, porque serán suficientes para montar atasco en la pequeña. Por el camino ya van templando el discurso, ajustando el programa a las necesidades, a los temores de sus votantes y encajando su estructura de partido en la maquinaria mediática. Los veremos entrar y sentarse, probablemente sin corbata, no son los primeros. Los escucharemos quejarse del un sistema oxidado, subir la voz, exigir cambios, tampoco en esto son pioneros. Pronunciarán discursos brillantes, bien construidos y con eficacia mediática, pero antes ya lo han hecho otros. No pasará nada o casi nada, no, porque como escribe Lucía, “muy débil sería la democracia española si no pudiera asumir e integrar a este nuevo actor que llega pisando fuerte”.