domingo, 21 de julio de 2013

ITALIA:GRAMSCI Y LA RELIGION III



Católicos integrales *. Los "católicos integrales" tuvieron mucho éxito bajo el papado de Pío X. Representaron una tendencia europea del catolicismo ubicada políticamente en la extrema derecha, aunque eran más fuertes en ciertos países como Italia, Francia y Bélgica; en los cuales las tendencias de izquierda, en la política y en el campo intelectual, se hacían sentir profundamente y de diferentes maneras sobre la organización católica. Durante la guerra los alemanes secuestraron en Bélgica una gran cantidad de documentos reservados y secretos de los "integrales", que publicaron de inmediato, ofreciendo así abundantes pruebas de que habían constituido una verdadera asociación secreta para controlar, dirigir, "purgar" el movimiento católico en todos sus grados jerárquicos, con lenguajes cifrados, fiduciarios, correspondencias clandestinas, agentes de espionaje, etc.
 

* Con este nombre se designa a la concepción según la cual todos los aspectos de la vida política y social deberían ser postulados y concretados sobre la base de principios inmutables de la doctrina católica, condenando, por consiguiente, en forma implícita todo el recorrido de la historia moderna. Surge con el Lamennais de la primera etapa como reacción al iluminismo y al racionalismo del siglo XVIII, logrando el máximo de desarrollo bajo los pontificados de León XIII y de Pío X. (N. de la T.).

El jefe de los "integrales" era Monseñor Umberto Benigni y una parte de la organización estaba constituida por el Sodalitium Pianum (del Papa Pío V). Monseñor Benigni, muerto en 1934, era un hombre de gran capacidad teórica y práctica y de una actividad increíble; escribió entre otras una obra de gran vuelo, La storia sociale della Chiesa, de la cual han aparecido 4 volúmenes de alrededor de 600 páginas cada uno, en gran formato, editados por la Casa Hoepli. Como se deduce de la "Civiltà Cattolica", Benigni jamás interrumpió su acción conspiradora en el interior de la Iglesia, no obstante las dificultades en que se encontraron los "integrales" a causa del curso de la política de Pío XI, vacilante, titubeante, tímida, pero sin embargo con una dirección popular democrática debido a la necesidad de nuclear grandes masas alrededor de la Acción Católica. Los "integrales" apoyaron en Francia el movimiento de la Action Française, estuvieron en contra de Sillan * y en especial contra todo modernismo ** político y religioso.

* Revista de tendencia democrática cristiana, fundada en París en 1894. Desde 1902, órgano de los cristianos sociales franceses; condenada por el Papa Pío X por sus inclinaciones modernistas. (N. del T.).
 

** Con el nombre de modernismo es designado aquel vasto movimiento del clero y del laicado católico, que hacia finales del siglo XIX y comienzos del XX, aspiraba a reformar el fondo doctrinal de la Iglesia católica, teniendo en cuenta tanto el progreso científico como las nuevas exigencias sociales. Sus principales exponentes fueron Loisy en Francia y Romolo Murri y Ernesto Buonaiuti en Italia. El modernismo fue condenado en 1907 por el Papa Pío X mediante la encíclica Pasecendi. (N. del T.).

Frente a los jesuitas asumían una actitud casi jansenista, vale decir de gran rigor moral y religioso, contra toda forma de debilidad, oportunismo y centrismo. Los jesuitas, naturalmente, acusan a los "integrales" de jansenismo * (de hipocresía jansenista) y aún más, de hacerle el juego a los modernistas (teólogos): 1) por su lucha contra los jesuitas; 2) porque ampliaban de tal manera la noción de modernismo y, por consiguiente, se desguarnecían ofreciendo a los modernistas un comodísimo campo de maniobra. En los hechos ocurrió que en su lucha común contra los jesuitas, "integrales" y modernistas se encontraron objetivamente en el mismo terreno y colaboraron entre sí (Buonainti habría escrito en la revista de Benigni).

* de C. Jansen, 1585-1638, obispo holandés antijesuita, escribió Agustinus, tomado como guía por los más duros agustinianos; m. Doctrina que exageraba las ideas de San Agustín acerca de la influencia de la gracia divina para obrar el bien, con mengua de la libertad humana. / En el siglo XVIII, tendencia que propugnaba la autoridad de los obispos, las regalías de la Corona y la limitación del poder papal.


¡Qué queda hoy de los modernistas y de los "integrales"?. Es difícil identificar y calcular su fuerza objetiva en la organización eclesiástica, especialmente la de los modernistas (los "integrales" han mantenido sus fuerzas casi intactas, aún después de la campaña contra la Action Française). De todas maneras, dichas fuerzas siempre constituyen "fermentos" que continúan actuando, en cuanto representan la lucha contra los jesuitas y su poderío; lucha conducida todavía hoy por los elementos de derecha o de izquierda, bajo la indiferencia aparente de la masa del clero y con resultados no despreciables en la masa de los fieles, que ignora estas luchas y su significado y precisamente por ello no puede alcanzar una mentalidad unitaria y homogénea de base.
 

A estas fuerzas internas antagónicas y clandestinas, o casi clandestinas de la Iglesia (para el modernismo la clandestinidad es indispensable) les conviene tener "centros" externos públicos, o con eficacia directa sobre el público, con periódicos o ediciones de folletos y libros. Entre los centros clandestinos y los públicos existen ligazones ocultas que se transforman en los canales de las iras, venganzas, denuncias, pérfidas insinuaciones, de las maledicencias para mantener siempre viva la lucha contra los jesuitas (que tienen también su organización no oficial o directamente clandestina, a la cual deben contribuir los llamados "jesuitas laicos", curiosa institución copiada quizás de los terciarios franciscanos y que numéricamente parece representar cerca de un cuarto de todas las fuerzas jesuitas. Esta institución de los "jesuitas laicos" merece ser estudiada con atención). Todo esto demuestra que la fuerza de cohesión de la Iglesia es mucho menor de lo que se piensa; no sólo por el hecho que la creciente indiferencia de la masa de los fieles por las cuestiones puramente religiosas y eclesiásticas da un valor muy relativo a la superficial y aparente homogeneidad ideológica; sino por el hecho mucho más grave que el centro eclesiástico es impotente para aniquilar las fuerzas organizadas que luchan conscientemente en el seno de la Iglesia. La lucha contra el modernismo, en especial, ha desmoralizado al clero joven, que no vacila en pronunciar el juramento antimodernista, conservando no obstante sus opiniones [1].

1 Recordar los ambientes turineses de los jóvenes eclesiásticos, también dominicanos, antes de la guerra y sus desviaciones que llegaban hasta acoger con benevolencia las tendencias modernizantes del islamismo y del budismo y a concebir la religión como un sincretismo [conciliar teorías diferentes] mundial de todas las religiones superiores. Dios es como el sol, del cual las religiones son los rayos y cada rayo conduce al sol único.

De un artículo del padre Rosa, Risposta ad "Una polemica senza onestà e senza legge", en la "Cíviltà Cattolica" del 21 de julio de 1928, son extraídas estas indicaciones: monseñor Benigni continúa (en 1928) teniendo una notable organización. Una colección titulada Vérités es publicada en París y aparecen allí las firmas Récalde, Luc Verus, Simon. Luc Verus es el seudónimo colectivo de los "integrales". Rosa cita el opúsculo Les découvertes du jésuite Rosa, successeur de von Gerlach, París, Linotypie G. Dosne. Rue Turgot 20, 1928, que lo atribuye a Benigni al menos por el material. Los jesuitas son acusados de "amigos de los masones y de los judíos" (hace recordar la "doctrina" de Ludendorff sobre la "internacional masónica-judío-jesuítica"), son llamados "demagogos" y "revolucionarios", etc. En Roma Benigni se sirve de la agencia Urbs o Romana y firma sus publicaciones con el nombre de su sobrino Mataloni; el boletín romano de Benigni se titulaba Véritas (¿sale ahora o hasta cuándo salió?). Benigni (¿en 1928 o antes?) ha publicado un folleto, Di fronte alla calunnia, de pocas páginas, con documentos que conciernen al "Sodalizio Piano", folleto que fue reproducido en parte y defendido por dos periódicos católicos "Fede e Ragione" (de Florencia) y la "Liguria del Popolo" (de Génova). Benigni dirige el periódico "Miscellanea di storia ecclesiastica".


El opúsculo Una polemica senza onestà e senza legge contra el padre Rosa es del profesor E. Buonaiuti. Rosa habla del libro de Buonaiuti en Le modernisme catholique (publicado en la colección dirigida por P. L. Couchoud, de la editorial Rieder) y observa que el autor admite finalmente una serie de hechos que había negado siempre durante la polémica modernista (por ejemplo, que Buonaiuti fue el autor de la campaña modernista del "Giornale D'Italia", cosa que este último no dice explícitamente en su libro, pero que se puede deducir como verosímil dada la tortuosidad de estos escritores). Benigni organizó esa campaña de prensa en la época de la encíclica Pascendi.


En sus "Investigaciones religiosas" (julio 1928, p. 335) Buonaiuti relata un episodio característico (mencionado por el padre Rosa con expresiones de censura). En 1909 el profesor modernista Antonino De Stefano (actualmente cura secularizado y profesor de historia en la Universidad) debía publicar en Ginebra una "Revue moderniste internationale"; Buonaiuti le escribió una carta. Pocas semanas después fue llamado por el Santo Oficio. El asesor por aquella época, el dominicano Pasqualigo, le contestó palabra por palabra dicha carta, que había sido hurtada en Ginebra. Un emisario romano se había "infiltrado" en la casa de De Stefano, etc. (para Buonaiuti, naturalmente, Benigni ha sido instrumento y cómplice de los jesuitas, más parece que en 1904 Buonaiuti colaboró en la "Miscellanea" de Benigni).

Sobre las argumentaciones de los Católicos integrales, jesuitas y modernistas, que representan las tres tendencias "orgánicas" del catolicismo, es decir, las tendencias que se disputan la hegemonía en la Iglesia romana, es preciso recoger todo el material útil y preparar una bibliografía. (La colección de la "Civiltà Cattolica", "Ricerche religiose" de Buonaiuti, "Miscellanea" de Benigni, las colecciones de folletos polémicos de las tres corrientes, etc.).
De acuerdo a lo subrayado por la "Civiltà Cattolica", "Fede e Ragione" [2] parece ser hoy la revista más importante de los católicos "integrales". Ver cuáles son sus principales colaboradores y en qué puntos entran en contradicción con los jesuitas, si dichas contradicciones hacen a la fe, la moral, la política, etc. Los "integrales" son fuertes en el conjunto de cualquier orden religiosa rival de los jesuitas (dominicanos, franciscanos).


2 "Fede e Ragione" es un semanario católico que se publica en Fiesole desde hace 14 ellos. Es dirigido por el sacerdote Paolo De Toth (al menos, era dirigido por él en 1925).

Es preciso recordar que ni los mismos jesuitas son perfectamente homogéneos: el cardenal Billot, integral intransigente hasta abandonar la púrpura, era jesuita, y lo eran también algunos modernistas famosos como Tyrrell. 


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