jueves, 28 de abril de 2016

Alcalá de Henares, Ciudad peatonal: ciudad del futuro, ciudad de los niños

Nuala Philips
 MasPeriodismo

“Los pequeños no quieren estar recluidos en su habitación para jugar, ni
en ludotecas, ni en todos esos espacios que construimos para que estén
controlados.
Lo que hace un niño controlado por un adulto es distinto
de lo que hace solo.
Los niños necesitan espacios donde, dentro de
un clima de control social, ellos puedan hacen lo que quieran:
pisar el césped, subirse a los árboles y jugar con las lagartijas”
Francesco Tonucci
Pontevedra: Ocho de la mañana. La media de edad en las calles es de unos 10 años. Se respira un cierto aire ‘liliputiense’ y no es difícil sentirse más adulto si se opta por pasear a esta hora del día. Solos, en pareja o incluso en pequeños grupos, los niños caminan distraídos, hablando a gritos aún sin quererlo, desplazándose a saltitos, o incluso con la cabeza agachada, inmiscuidos en la realidad paralela de sus Gameboys. Es extraño que ni siquiera los más pequeños vayan acompañados de sus padres. Pareciera como si en el cuento de Klaus Peter-Wolf  No podéis hacer esto conmigo, los niños se hubiesen rebelado e independizado, aún cuando los dientes de leche todavía asoman entre muchos de esos mofletes. Podría ser, pero la realidad es mucho más simple. Aquí los padres son prescindibles a la hora de hacer el camino al cole.
La ciudad es aquí de los niños, tal y como dicta la obra del pensador Francesco Tonucci en la que desde 1997 Pontevedra basa su modelo urbanístico. Ir andando sin supervisión adulta es totalmente viable, ya que más del 30% del centro urbano de la localidad es peatonal y los tramos con coches no sólo restringen la velocidad a 30 km/h, sino que obligan a los vehículos a verse las caras con badenes que se intercalan cada 10 metros. Y es que, desde 1997, Pontevedra presenta al coche como el gran intruso, el automóvil es aquí persona non grata y el peatón el protagonista indiscutible. Pero no sólo los más pequeños son los dueños de estas tierras, sino que como el propio embajador de Japón, Satoru Satoh la definió durante su visita de 2012, “Pontevedra es la gran ciudad democrática”.

Todo comenzó hace 14 años. Miguel Anxo Lores, actual alcalde pontevedrés, y su equipo del BNG fueron elegidos gobernantes de esta pequeña localidad al sur de las Rías Baixas. Desde entonces, un ambicioso proyecto comenzó, no a gestarse, sino a ejecutarse para lograr la completa transformación de esta urbe con poco más de 65.000 habitantes. Tal y como el propio alcalde aclara “aquí no somos de hacer planes, aquí tenemos una idea y la ejecutamos. Tomé posesión del cargo el 3 de julio y el 8 de agosto el centro histórico ya era peatonal”.

Habrá ampliación...

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