sábado, 9 de marzo de 2013

La Sociedad de Condueños





De ser ciertas las afirmaciones que hace mi amigo Santiago Correa Fernández, en un documento entregado en la  Comisión de Peticiones del Congreso de los Diputados sobre el proceso de incautación real y posterior presunta devolución de lo incautado, a los legítimos herederos de Don Manuel Azaña, mucha gente tiene que dar muchas explicaciones y sobre  muchas cosas relacionadas con ese espinoso asunto, tanto en España en general (y en el extranjero que es mas grande) como en Alcalá de Henares en particular.

Tengo que reconocer que estoy incubando un virus que me causa una malsano interés por ese periodo de la historia de los que ya esta todo dicho por un historiador hispano-irlandés de cierta tendencia antifranquista.

Hay que ver la que se armó cuando el juez Garzón movió ficha en el asunto de las tumbas del franquismo; salieron de sus tumbas todos los fantasmas y se montó un aquelarre político mediático con el fin de derribar al último gobierno de Zapatero y llevarse de paso por delante a Garzón y a Gürtel.

Zapatero despertaba pasiones y Rajoy despierta lástima.

Hay una frase que me martillea la cabeza y que me la contó mi abuelo Rogelio, en Malagón-Ciudad Real- en el verano de 1967 recién llegado yo del Brasil. Tal y como yo lo veo ahora, después de haberlo sufrido en mis carnes, la frase de “Ó LA REPÚBLICA ACABABA CON JUAN MARCH Ó JUAN MARCH ACABABA CON LA REPÜBLICA” es una estupidez como la copa de un pino. Musolini en Italia, Hitler en Alemania, Lenin, Trotsky, Stalin  hacian otro tanto en Rusia. Cada cual hacia lo propio en sus países y lo hacían- y quienes les financiaban- por el interés y no por otras razones .

El caso mas emblemático fue, en su momento, y es el mas reciente, el del sindicalista  Lech Walesa en Polonia.

Se trataba pues de que la disyuntiva entre el hombre-el dinero- y el sistema y se daba por doquier en aquella época como ahora.

Los seres humanos nos movilizamos por las pasiones y por el dinero y como no veo al señor March con ningún sentimiento hacia el señor Azaña tengo que pensar que sus razones eran económicas, ya que el señor March era uno de esos hombres de negocios que acuñaron la frase de que "EN LOS NEGOCIOS NO HAY AMIGOS NI CORAZÓN? y que tantas veces oí pronunciar a Santiago Correa Monedero y que finalmente probé en mis carnes.Pero eso es otra historia.

Así pues lo que se dilucidaba en la España de entonces era algo que hoy afortunadamente ya tenemos resuelto con Don Amancio Ortega: la cuestión era cual iba a ser la familia mas rica de España y una de los mas ricas del mundo: la familia March la familia Azaña.

¿Y que pinta la Sociedad de Condueños en este litigio?

Pues pinta mucho ya que hay evidencia históricas,  documentales y de otro tipo de que personas vinculadas a ese organización pudieron lucrarse en ese proceso de restitución de lo incautado a sus legítimos derechohabientes.

Presuntamente claro.


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