El Obispo de Alcalá vuelve a ser noticia en los medios nacionales por sus teorías con las que, ahora, ha vinculado la condición sexual de los niños a la introducción de “ciertas ideologías en el ámbito de la enseñanza”. En sus declaraciones, realizadas ayer en el marco de un “Encuentro Internacional por la Vida” hablaba de niños que “llevados por ideologías pueden dudar de su condición, de su identidad sexual y que a veces pueden llevar a que uno pruebe si es de una manera o de otra y probando pueden llegar incluso a prostituirse” y añadiendo que se refería a “hechos conocidos por mí, de personas concretas, sin nombres” aseverando que “la prostitución existe y los niños llegan a ser utilizados por otros, eso existe en Madrid” en los “clubes nocturnos y no hay más que salir por la noche madrileña para saber dónde están esos clubes”.
Tras estas declaraciones, el Partido Socialista de Alcalá de Henares manifiesta que si el Obispo conoce algún caso de corrupción o prostitución de menores o de abusos, como ha asegurado, lo que tiene que hacer es denunciarlo ante los Tribunales ya que mantener relaciones sexuales con niños es un grave delito y debe ser perseguido. 
Una historia que se repite
 Lamentablemente, el afán de este Obispo por crear enfrentamientos y adquirir notoriedad no es nuevo. Desde su llegada a Alcalá, este señor ha ligado la polémica al nombre de nuestra ciudad, generando un profundo malestar y el rechazo de numerosos colectivos, de vecinos y vecinas de nuestro municipio, e incluso entre los creyentes alcalaínos, mostrando una nula voluntad de entendimiento y ningún atisbo de disculpa. Hace poco más de un año este mismo Obispo en su homilía del Viernes Santo de 2012 equiparaba la homosexualidad con la prostitución y aseguraba que los homosexuales “se corrompen, van a clubes de hombres nocturnos y encuentran el infierno”. Poco después no sólo no rectificaba ni matizaba sus palabras sino que aseguraba que la homosexualidad era una enfermedad que tenía cura, y recomendaba una “terapia apropiada” para acabar con la misma. El Obispo continuó su escalada poco después arremetiendo contra los matrimonios no católicos y las parejas de hecho, asegurando que hay más violencia de género en ellos, y después su punto de mira se fijó en las mujeres violadas de las que aseguraba que si decidían tomar la píldora del día después actuarían de forma “inmoral”.
Desde el Partido Socialista de Alcalá su Secretario General, Javier Rodríguez Palacios, ha mostrado su “total rechazo” a unas palabras “lamentables” que “vuelven a demostrar el afán de este Obispo por salir en los medios y generar enfrentamientos y polémicas, así como su obsesión por la vida sexual de las personas”. En este sentido, el Secretario General de los socialistas señaló que “una vez más este Obispo parece incapaz de diferenciar sus creencias personales de los derechos de los que disfrutamos los ciudadanos en una democracia, entre los cuales se encuentra el de la libertad sexual”.
Para los socialistas esta actitud homófoba, misógina y obsesiva del Obispo reafirma la vigencia del acuerdo de Pleno, que no suscribió el Partido Popular, por el que la Corporación Municipal puso en suspenso la relación institucional con el Obispo Reig Plá. En este punto, Javier Rodríguez Palacios afirmó que “insistimos en la propuesta realizada por el Grupo Municipal Socialista, rechazada por el Alcalde antes de Semana Santa, para regular la presencia de los concejales, como representantes de los ciudadanos y ciudadanas de Alcalá, en los actos que cuenten con la presencia del Obispo. Es lamentable que el Obispo dificulte la relación normal que debería existir entre instituciones de una ciudad, relación para la que sin duda hay un amplio campo de colaboración entre la sociedad civil, los representantes políticos y la Iglesia Católica en materias sociales y solidarias”.
Por último, Javier Rodríguez afirmó que “tal vez el Alcalde, Javier Bello, se encuentre cómodo compartiendo espacio público con el señor Reig Plá, pero sin duda la mayoría de vecinos y vecinas no comparten su actitud de mirar hacia otro lado y el silencio cómplice por parte del Gobierno de Alcalá de Henares ante las reiteradas declaraciones vejatorias del Obispo. Para el PSOE la relación institucional del Ayuntamiento de Alcalá con el Obispado no puede continuar como si tal cosa”.