jueves, 2 de mayo de 2013

China no invierte en España

Expansión

Los chinos explican por qué no invierten más en España

27.04.2013
Gonzalo Toca.

España es uno de los principales aliados de China en Europa, pero las buenas relaciones políticas no se han traducido en grandes inversiones cuando el país más lo necesita. Las empresas y la embajada del gigante asiático han intentado explicar los motivos en un acto organizado por Esade.

Javier Solana, presidente del think tank EsadeGeo, abrió fuego señalando que “España ni tiene ni ha tenido nunca un problema con China”, mientras que “Alemania”, su principal socio comercial en el Viejo Continente, no puede decir lo mismo. La realidad es que el stock de inversión de la segunda economía mundial en nuestro país, según los datos de la Fundación Heritage, apenas alcanzó en 2012 los 1.500 millones de dólares frente a los 4.000 millones de Portugal o los 8.200 millones de Reino Unido.
Yang Lei, director general del gigante logístico Cosco Iberia y de la institución que organizaba el encuentro, Esade China Europe Club, ofreció sus razones. Para empezar, Berlín y Pekín “tienen unos acuerdos específicos de inversiones que reducen su volatilidad”, algo que el Gobierno español no ha firmado hasta el momento. Por otro lado, aseguró el ejecutivo, existen “más trabas” en forma de “licencias, controles, trámites burocráticos e impuestos” para que se instale una gran compañía extranjera en Madrid o Barcelona que para que lo haga una pequeña.

Justamente, éste es un momento clave para que la multinacional que dirige amplíe significativamente sus operaciones en España. Yang reconoció que están buscando localizaciones que les permitan “replicar en otros puertos europeos” el éxito que han obtenido en el El Pireo (Grecia), que se ha convertido gracias a las inversiones de Cosco en uno de los núcleos logísticos más importantes del tráfico comercial marítimo entre China y la UE. El conglomerado de Hong Kong, Hutchinson Whampoa, va a invertir 500 millones de euros en el puerto de Barcelona, mientras que el empresario hispano-chino Wang Shaoji prepara una inversión de 210 millones de euros en el de La Coruña.   Malos incentivos A pesar de todo, los incentivos no terminan de convencer a los directivos del gigante asiático. El abogado y representante de la comunidad china en España, Yihong Ji, aseguró que “muchas empresas se han ido por culpa de las trabas burocráticas”. Les parece especialmente engorrosa la tramitación de los visados que, según el director general de la firma de investigación de mercancías CCIC, Zhou Min, complica el traslado de sus directivos desde China a nuestro país y le llegó a obligar a estar en España casi “sin poder” moverse “durante cinco meses”.

Los jefes de CCIC y Cosco Iberia creen además que los impuestos son excesivamente altos para las grandes empresas y se esforzaron en subrayar que las suyas los pagan religiosamente. Si el alcalde de Barcelona no hubiera ofrecido mejores condiciones durante su viaje a China el año pasado, el centro de investigación de CCIC, explica Zhou, “habría terminado como estaba previsto en Holanda, que era el lugar que reunía todos los requisitos”.

Pero el aspecto fiscal tiene otras derivadas para los directivos de la comunidad del gigante asiático en un país donde, según Ji Yihong, “muchos creen que no pagamos impuestos”, algo que la ‘Operación Emperador’, que acabó con docenas de miembros de la comunidad china detenidos por blanqueo de capitales entre otros delitos, habría contribuido a grabar a fuego en la percepción de la mayoría. Esta “leyenda urbana”, junto con otras como que las actividades de los empresarios chinos son por lo general ilegales, no sólo les está haciendo daño a estos pequeños comerciantes sino también “a la marca y los productos españoles que se venden en China”.

De todos modos, las empresas del gigante asiático que quiten importancia a las recientes tensiones y se animen a instalarse en nuestro país tampoco podrán contar con el apoyo de las instituciones públicas en la mayoría de los casos. El Ministerio de Economía y Competitividad se ocupa, según Ji, de asesorar y ayudar únicamente a las multinacionales que vayan a “invertir 20 millones de euros”. ICBC, el cuarto mayor banco del mundo, abrió en 2011 su primera oficina en España con menos capital y ahora está volcado en la atracción de inversores chinos que refloten y apuesten por las empresas nacionales.

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