LOS VERDES DE ALCALÁ DE HENARES
Rouco pierde la vara de hacer obispos
Nuevos aires soplan de Roma. Aunque algunos no quieran verlos. En la
continuidad discontinua eclesial, el Papa Francisco no solo hace gestos,
sino que marca tendencias. Tendencias nuevas también en el nombramiento de obispos...en España.
Eso es lo que parece confirmar el reciente nombramiento del obispo
auxiliar de Oviedo, Juan Antonio Menéndez. Sin grandes saltos, su
nombramiento es muy significativo por varias razones. Veamos.
Se trata del primer nombramiento episcopal en España desde la llegada de Francisco al solio pontificio. Y también aquí se percibe un cambio de estrategia. Parece terminarse la época de los obispos "grises", elegidos en función de su fidelidad máxima a la ortodoxia, sin grandes luces ni demasiadas dotes personales y pastorales. Medianías, pero seguras. Ése era e perfil episcopal en la larga etapa del cardenal Rouco Varela.
Cambia esa tendencia y, con Menéndez, Roma apunta a obispos-pastores, obispos-párrocos, a imagen y semejanza del papa Francisco. El olor a oveja llega a los postores españoles.
Sin estridencias, porque Menéndez tampoco es un exaltado revolucinario. Un cura de centro y centrado, con excelentes dotes de gobierno, ascendió a la cúpula jerárquica asturiana de la mano de monseñor Díaz Merchán, en su última etapa al frente del arzobispado de Oviedo. Y siguió durante toda la etapa de monseñor Osoro. Y, después, volvió a la base, como párroco en diversas parroquias. Un hombre, pues, moderado, pero preparado y pastor.
La señal que viene de Roma, con el nombramiento de Menéndez, es más potente y clara todavía, si se tiene en cuenta que "el designado", el obispo "in péctore", nombrado al alimón por Rouco-Sanz-Camino, era Jorge Juan Fernández Sangrador. El actual vicario general iba el primero en la terna, en todas las ternas. Pero, en Roma, la cambiaron y eligieron a Menéndez.
Es evidente, por lo tanto, que ha llegado a su fin la época en la que Rouco hacía y deshacía nombramientos episcopales. Fue el gran conseguidor de mitras españolas. Muchos se la deben (por eso, le daban sus votos) y otros, el cambio de diócesis. El reino de Rouco parece terminar...también en eso. Francisco busca otro perfil de obispo. Y Rouco ha dejado de ser "el hacedor" de prelados españoles. Sic transit...
José Manuel Vidal
Se trata del primer nombramiento episcopal en España desde la llegada de Francisco al solio pontificio. Y también aquí se percibe un cambio de estrategia. Parece terminarse la época de los obispos "grises", elegidos en función de su fidelidad máxima a la ortodoxia, sin grandes luces ni demasiadas dotes personales y pastorales. Medianías, pero seguras. Ése era e perfil episcopal en la larga etapa del cardenal Rouco Varela.
Cambia esa tendencia y, con Menéndez, Roma apunta a obispos-pastores, obispos-párrocos, a imagen y semejanza del papa Francisco. El olor a oveja llega a los postores españoles.
Sin estridencias, porque Menéndez tampoco es un exaltado revolucinario. Un cura de centro y centrado, con excelentes dotes de gobierno, ascendió a la cúpula jerárquica asturiana de la mano de monseñor Díaz Merchán, en su última etapa al frente del arzobispado de Oviedo. Y siguió durante toda la etapa de monseñor Osoro. Y, después, volvió a la base, como párroco en diversas parroquias. Un hombre, pues, moderado, pero preparado y pastor.
La señal que viene de Roma, con el nombramiento de Menéndez, es más potente y clara todavía, si se tiene en cuenta que "el designado", el obispo "in péctore", nombrado al alimón por Rouco-Sanz-Camino, era Jorge Juan Fernández Sangrador. El actual vicario general iba el primero en la terna, en todas las ternas. Pero, en Roma, la cambiaron y eligieron a Menéndez.
Es evidente, por lo tanto, que ha llegado a su fin la época en la que Rouco hacía y deshacía nombramientos episcopales. Fue el gran conseguidor de mitras españolas. Muchos se la deben (por eso, le daban sus votos) y otros, el cambio de diócesis. El reino de Rouco parece terminar...también en eso. Francisco busca otro perfil de obispo. Y Rouco ha dejado de ser "el hacedor" de prelados españoles. Sic transit...
José Manuel Vidal
HASTA AQUI LA NOTICIA
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A PARTIR DE AQUI EL COMENTARIO
Nada cita el articulo referente al nombramiento del sucesor de Monseñor Sistach al frente del Arzobispado de Barcelona en plena fiebre independentista del señor Mas y mucho menos del engorroso asunto de la Diócesis de Alcalá en la que el nitido y valiente posicionamiento politico del concejal Ricardo Rubio acudiendo a la manifestacion del dia del Orgullo Gay encabezando la representación institucional de UPYD ha clarificado el sentido del voto apoyo de su grupo a la moción de la inclita Pilar relativa a la reprobación del Obispo Reig por sus declaraciones sobre el lobby gay y la mafia rosa del corredor del Henares.
En efecto en concejal de UPYD a la vez que se distancia politicamente del lobby gay y de la mafia rosa del PP, actuales socios politicos de Pilar con España 2000, local justifica su voto a la moción de reprobación del Obispo por partida doble.
Por su parte el presunto interlocutor de Pilar en el "pacto de la calle colegios" el concejal Gustavo Severien une a su condicion de presunto tesorero local del señor Bárcenas a la de presunto delegado en España del lobby vaticano gay y a la ya conocida de presunto delegado politico plenipotenciario de la Genova en la Ciudad, presuntamente claro.
Todo lo anterior sin olvidarnos de su condición de miembro muy activo de la secta del Opus Dei como el alcalde Bello, presuntamente claro.
El "gesto" politico de anticlericarimo de Pilar de IU presentando la mocion de reprobacion del Obispo queda tan devaluado como su otro "gesto" politico de antiecologismo apoyando la recalificacion de la Finca de la Magdalena por la falta de una explicacion politica convincente en ambos casos.
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