La comisión que presidirá el portavoz del PSOE, Javier Rodríguez, deberá investigar todo lo relacionado con el Concierto “botellón”. Ya saben, se trata de responder a la incógnitas que ha dejado este escándalo:
- ¿Quien se quedó con el dinero de la recaudación?
- ¿Quien permitió que se cometieran las irregularidades en la organización que detalla el informe técnico?
- ¿Quien autorizó y controló el gasto de 18.000 euros en publicidad y promoción del concierto?
- ¿Quien autorizó y controló otros 19.000 euros más gastados en la organización de un evento cuya máxima recaudación podía alcanzar esa misma cantidad?
- ¿Quién debió controlar que la recaudación del concierto se destinara a su fin?
- ¿Existen documentos falsificados en el informe del concierto?
- Si la pregunta anterior es afirmativa, ¿quién es el responsable?
- Si el responsable es técnico municipal, ¿qué otros eventos ha organizado y en qué condiciones de control por parte de la autoridad política?
- Si el responsable es el joven promotor del concierto, ¿por qué el ayuntamiento no ha presentado denuncia?
- ¿Por qué la portavoz municipal nos ha ofrecido varias y contradictorias versiones sobre lo ocurrido? ¿Por qué ambas versiones señalaban como responsable al joven promotor y, sin embargo, el ayuntamiento no ha presentado denuncia judicial?
- ¿Qué políticos tienen responsabilidad en este escándalo? No sólo en el control de entonces si no en el actual y también en el actual y, sobre todo, el de la portavoz municipal y sus falsas y contradictorias versiones.
Javier Rodríguez tiene la obligación de responder a estas preguntas y la calidad de su trabajo se medirá por el número de las que sea capaz de contestar. El alcalde ya ha dejado ver que no va a permitir que se investigue más allá del Concierto “botellón”. Si eso llegase a producirse, se perdería una gran oportunidad de limpiar por debajo de las alfombras del Consistorio y Javier Rodríguez no debería permitirlo.
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