PIDO LA PALABRA POR ALUSIONES
Escrito por Juan Antonio Camargo*
En mi opinión hace falta un poco mas de autocrítica en las redacciones del corredor del Henares y sobra bastante corporativismo, y me estoy refiriendo al capo di tuti capi del sector, Antonio R. Naranjo, el periodista facha y director de Diario de Alcalá, según el senador vasco Iñaki Anasagasti, presuntamente claro.
No sé cuánto llevo ya sin salir un fin de semana, salvando el encuentro con mis amigos más antiguos el día de Navidad, para lo cual ahorré. Y no salgo por falta de empleo, por tanto: por falta de dinero. El paro está destrozando mi vida social y con ello se destroza también poquito a poquito el ánimo. Ánimos no me faltan. Pero el lunes se cumple una fecha redonda de la que ya hablaré y todo va haciendo mella. El paro prolongado es un elemento de desgaste en general del ser humano hasta niveles de privarle de su vida en gran medida.Yo aún con todo me defiendo, y reconozco que me mantengo muy activo y estoy en mejor ánimo que muchas de aquellas personas que en mis mismas circunstancias a veces veo totalmente apagados, pero, y siempre hay peros en la vida, todo va sumando para bien y para mal. Me siento a veces poco menos que un preso siendo libre de andar por donde quiera, pero preso. El dinero, mal que les pese a muchos bienpensantes conforma nuestra vida actual en el siglo actual y poco es lo que se puede hacer sin él, excesivamente menos son las personas que comprenden esto y se acercan a hacer, o a implicar en, cosas a uno bajando a este nivel de escasez. También es normal. No hay reproche. Sólo explicación.Saltemos esta trascendencia inicial para poder hablar del primer post que dedico a los bares de Alcalá de Henares dentro de este año 2015. Esta es una breve selección de unos pocos bares que pisé entre los últimos meses de 2014 y los primeros días de 2015 a costa de algunas invitaciones de amistades y de unos ahorros de monedillas que tuve para poder tomar una caña de cerveza con amistades que regresaron por Navidades a España para estar con sus familias, pues tienen que trabajar en el extranjero, y que me llamaron expresamente para compartir un rato conmigo. No son todos los sitios, pero es que algunos de los que estuvimos ya han sido mencionados anteriormente.
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En esos días de septiembre ayudando en el montaje del Flamingo Rock Bar, Pepe, mi amigo dueño del bar, me invitaba a tomar cafés, antes de empezar los trabajos de cada tarde, en el bar de la Casa de Asturias, que está dentro del recinto de las Casas Regionales (Ronda de la Pescadería, nº 26). Es un lugar al que he ido desde niño, pero sobre todo desde 1995 con mi grupo de amigos más antiguos, aunque no con mucha frecuencia. Ahora sí tengo algo de frecuencia. Las Casas Regionales están construídas dentro del edificio del antiguo matadero de Alcalá de Henares del siglo XIX, el cual estuvo abierto hasta los años 1960 ó 1970. Su arquitectura está protegida y es parte del Patrimonio de la Humanidad, pues es de la poca arquitectura monumental e industrial del siglo XIX que queda en España con uso público. La Casa de Asturias es muy acogedora, el resto también, sólo que en esta tienen unas buenas tapas, precios bajos y una cerveza autóctona de allí llamada Belenos que es muy digna y muy a tener cuenta. Destaca además sus desayunos con hogazas de pan tostado gigantes.
El Fogón de Amós también es muy querido por mí y a este he estado yendo desde que era adolescente a mediados de los años 1990. Los dueños me conocen. Está en la calle Rico Home, nº 18. Se trata, como indica su nombre, de un fogón, que es un tipo de hostelería que según los expedientes del corregimiento de Alcalá de Henares entre los siglos XVI a XIX era lo que realmente más abundaban en la ciudad junto a las posadas. Fogones y figones tienen un hueco importante en la Historia hostelera de la ciudad, aunque quedan pocos propiamente dichos. Toda su comida se basa en carnes a las brasas, aunque también tienen patatas con salsas y otras cosas. Las hacen al momento para el cliente, no las tienen preparadas previamente. Así que tienen las brasas funcionando plenamente. El olor del fogón es marca de la casa. Los dueños, camareros y camareras son muy amables y conversadores. Los precios son bajos y es ideal para ver partidos de fútbol si eres del Real Madrid, no es mi caso, el de ver partidos de fútbol, digo. Algún amigo ha puesto pegas a que tengan carteles y otras decoraciones de tauromaquía, pero si a uno le da igual, en serio que es una excelente opción, y muy de aquí. Es entrañable ver por las mañanas a algunos ancianos que van allí para tomarse juntos su chato de vino. A lo largo del mes de octubre las dos amigas que más compañía y planes hacen conmigo sabiendo mi situación económica y aceptándola, me han llevado allí en algunas ocasiones. Gracias, María y Eva. Y gracias también a los dueños por invitarnos en ocasiones sin razón alguna para hacerlo.
El Garnacha es una vinoteca situada en el número 1 de la Plaza de los Santos Niños, donde antes estaba el ambigú (que es un tipo de negocio y no un nombre, como algunos creían) de los antiguos Cines Cisneros. La verdad es que a mí me gusta más la vinoteca llamada El Tempranillo de esa misma plaza, pero de esa ya hablaré en el futuro. la he pisado más y conozco a uno de sus camareros desde los tiempos del Quebec de la Calle Mayor. Me parece un lugar de calidad. Como sea, el Garnacha lo mencono porque en el mes de noviembre, durante la celebración del XIV Encuentro de Historiadores del Valle del Henares, antes de ir a comer al Macandé del Corral de la Sinagoga, mis amigos e colegas historiadores Julián Vadillo y Juan Pablo Calero, me invitaron a tomar una cerveza en este sitio. Era domingo por la mañana y ponían un platito de paella. No se trata de una tapa, sino de un pincho, lo que es cumplir con la idea de la comida como acompañamiento a degustar de la bebida. Es apropiado para consumir o catar vino. El estar dentro de un edificio de origen medieval tiene su encanto.También en noviembre, en este caso unas semanas antes del Garnacha, fui jurado de Alcine, para su clausura en la noche del viernes 14 fui hacia la sala de conciertos Ego para ver un par de conciertos que ponían el broche antes de proyectar los palmarés. Pero yo y otras dos amigas fuimos absorvidos por el bar de al lado, el Tráfico Bar de Copas (calle Zaragoza, nº 4). Este año van a cumplir diecisiete años de existencia, lo que pone su apertura inicial en 1998, y efectivamente, en aquellas fechas yo iba bastante por allí, sobre todo porque también existía en la zona otro bar llamado Paranoid, de música heavy metal. Es un bar de rock, sobre todo autóctono de España, que apuesta por conciertos de bandas locales de rock. Es ideal para ir adentrada la noche. El concierto que nos absorvio aquella noche era de losChuzos de Punta, que tocaron temas de Barricada, Reincidentes, Leño y otros grupos que yo canté entusiasmado, parecía que no había pasado el tiempo de cuando yo iba por allí. Fue fantástico. Me llevé uno de sus calendarios de mano, que regalaban, y lo guardo con cariño. Me resulta raro no haber hablado nunca antes de este bar siendo uno de los míticos y clásicos del rock y las noches alcalaínas, si bien está alejado de la zona de bares común. Por cierto, ellos saen perfectamente que buena parte de su clientela antigua no va o no va tanto en buena parte por la crisis y los efectos personales que produce, en un programa de mano de los conciertos que programaron ese mes se lee: "No penséis en la crisis, sólo está en vuestra mente, no existe, que España va bien!!!", y a continuación se lee en un bocadillo de cómic de la boca de Bart Simpson: "¿Nos quitarán la siesta?".
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Otro fogón activo en la ciudad diferente al de Amós es uno más reciente, aunque tiene ya también bastantes años, El Argentino, o también llamado El Churrasquito. Hablé de este local en varias ocasiones, pero específicamente en la Noticia 1039ª extensamente, y en la Noticia 1122ª cuando cambiaron el nombre de El Churrasquito a El Argentino, que es como es conocido popularmente, aunque usan los dos nombres. Está en la Plaza de Cervantes, nº 31. También a este he ido con frecuencia desde que era más joven. No puedo decir más de lo que dije en la Noticia 1039ª, sirven pizza incluida con la cerveza. Tienen un fogón de brasas porque es un restaurante de parrilla argentina. Si lo vuelvo a mencionar hoy es porque en este mes de enero una amiga me llevó allí tras hacer el programa de radio del que soy cuarto locutor y me alegró mucho cuando uno de los camareros se acordaba de mí, me llamó por mi nombre, nos felicitamos el año y nos gastamos bromas. Han subido el precio un poco en este 2015, pero es un local que está entre los bares donde se acuerdan de uno aunque haga tiempo que, por circunstancias, uno no pueda ir tanto como le gustaría repetir.
Y con esto, por hoy, me despido. Saludos y que la cerveza os acompañe.
Publicado por Canichu, el espía del bar en 9:49 p. m.
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