domingo, 13 de septiembre de 2015

España y las razones políticas según las cuales Podemos no debe confluir con Izquierda Unida

Máriam Martínez-Bascuñán

Profesora Contratada Doctora de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid. Su trabajo se centra en teoría política y social y teoría feminista. Ha publicado trabajos sobre teoría política de las migraciones como “¿Es el multiculturalismo bueno para los inmigrantes?” en la REIS, no135, 2011, y también “On Immigration Politics in the Context of European Societies and the Structural Inequality Approach”, en The Philosophy of Iris Marion Young, Ann Ferguson and Mechthild Nagel (eds.), New York: Oxford University Press, 2009. Ha trabajado en profundidad cuestiones sobre democracia deliberativa y comunicativa con especial interés en el impacto de la revolución tecnológica en la teoría política contemporánea como “¿Puede la deliberación ser democrática?” en la RECP, No. 24, Diciembre 2010. Y trabajos sobre temas relevantes de actualidad como “Crisis sistémica y nuevos desafíos: El 15 M en situación” en Circunstancia, Año XI-No 31-Mayo 2013. En la mayoría de sus análisis incorpora la perspectiva de género, y en relación a ello ha publicado numerosos trabajos y un libro titulado “Género, emancipación y diferencia(s): La teoría política de Iris Marion Young” en Plaza & Janés, 2012.

¿Por qué Podemos no debe confluir con Izquierda Unida?

12/09/2015

Mucho se ha hablado en los últimos meses sobre si Podemos debería concurrir a las próximas elecciones generales con Izquierda Unida y otras candidaturas de unidad popular, bajo el formato de una coalición electoral hecha a escala nacional. A este respecto, la posición de la formación que lidera Pablo Iglesias ha sido la de una rotunda negativa. La fórmula que se está negociando estos últimos días es la de un “pacto asimétrico” que integrara en las listas de Podemos a algunas de esas candidaturas y personalidades relevantes de otras formaciones políticas sobre la base de acuerdos programáticos hechos además, territorio por territorio.

Esta opción por la que ha optado Podemos es distinta a la propuesta de una candidatura conjunta o “de confluencia” con Izquierda Unida, o con plataformas de Ahora en Común, con Compromís, Anova y otras formaciones políticas. Desde muchos sectores de la izquierda, pero especialmente, desde la Izquierda Unida liderada por Garzón, se ha dicho que una candidatura de confluencia a modo de frente de izquierdas o de unidad popular de todos ellos favorecería la suma electoral. Puesto que las reglas del juego comprenden un sistema electoral que beneficia a los partidos mayoritarios frente a los partidos más pequeños que obtienen menos escaños por sus votos, se dice que la estrategia más inteligente que debería articularse para concurrir a las generales es la de una coalición electoralista a nivel nacional, viendo cuántas de esas formaciones ponemos juntas en una lista para así tener más votos. El modelo debe ser el que llevó a Ada Colau o Manuela Carmena a la alcaldía de Barcelona y Madrid respectivamente, se añade.

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