miércoles, 11 de noviembre de 2015

Alcalá de Henares: a propósito del “Análisis de la situación económico financiero del Ayuntamiento de Alcalá de Henares a septiembre de 2015”

Levantando alfombras

09. nov. 2015

El informe “Análisis de la situación económico financiero del Ayuntamiento de Alcalá de Henares a septiembre de 2015” es tan condensado que resulta muy difícil comentarlo sin caer en la ampliación de sus esenciales explicaciones.

Lo primero que tienen que hacer es echarle un vistazo… puede descargarlo aquí.

Describe un panorama en el que cualquier lector puede ver que el Ayuntamiento de Alcalá tiene una mala situación económica; se podría decir que cercana al colapso financiero. Tal parece la herencia recibida de creer lo que se lee. Digo “creer” porque el PP de Alcalá, el partido que estuvo en el gobierno antes y que, por tanto, sería el responsable con sus acciones pasadas de la situación actual del Consistorio, aseguró inmediatamente a ser publicado que la información era “sesgada”, es decir, acusaba al redactor del análisis de ofrecer datos desviados y tendenciosos.

Dado que el documento está firmado por el Servicio de Análisis Económico e Intervención General Municipal, en resumen, por el Interventor, lo que ha hecho el PP es acusar a este funcionario (el mismo que emitió los “reparos” que han llevado al exalcalde ante los tribunales) de difundir información tendenciosa y esparcir la especie de que esos datos no son ciertos.

El informe es muy contundente, por las formas y por el fondo. Realiza un análisis muy concentrado de la situación del Ayuntamiento y ofrece una serie de datos que conviene tener en la cabeza para conocer la calidad de la gestión del anterior Equipo de Gobierno. Permítanme que desempolve los conocimientos que pude aprender de mi licenciatura de Económicas para enumerar algunas de esas claves que aparecen en el informe:
La liquidez del Ayuntamiento de Alcalá es muy mala o desesperada. La situación no es de ayer, el informe habla de “los últimos diez años”.
El gasto corriente ha crecido de manera “explosiva” en los presupuestos municipales.
Los gastos en personal se han duplicado de 2003 a 2012.
Los ingresos han crecido de manera mucho más lenta porque no se han actualizado los tipos ni las tasas.
Algunas tasas no cubren ni el 50% del coste del servicio.
Los costes financieros se han multiplicado por 10 en los últimos 10 años y tienen la consideración de “prioritarios”.
Las inversiones han desaparecido en la práctica.
Imposibilidad obtención nuevos préstamos.
No se puede financiar el presupuesto de gasto corriente.
Desde enero de 2014 el Ayuntamiento no recibe su “Participación de los Ingresos del Estado” por incumplirse el periodo de pago de proveedores (30 días máximo).
Alcalá es la novena gran ciudad española que peor paga a sus proveedores.
Se incumple el periodo de pago a proveedores desde que se comunica a Hacienda.
En el último informe se han alcanzado los 202 días.
O se reducen los gastos en otras partidas o seguirá aumentando el plazo de pago.
La deuda municipal “oficial” es de 261 millones de euros.
Aparte de la deuda reconocida a 31 diciembre 2014, se ha producido los siguientes eventos significativos:
7 millones por intereses de demora a URBASER.
2 millones reclamados por Canal de Isabel II que podrían convertirse en 8.
Hasta 15 millones pueden suponer la reclamaciones de Aguas de Alcalá que habría que repercutir a los ciudadanos.
15 millones al Consorcio de Transportes de Madrid
4,5 millones a la Mancomunidad del Este aunque hay 6 millones para compensar.
Operación de 10 millones de crédito a corto a devolver 31 diciembre 2015, más 1,34 millones del capital de otros créditos.
El importe de los créditos suscritos obliga pagar 9 millones cada año para amortizar el principal, intereses aparte.
Existen 8 préstamos “cuyas condiciones concertadas en su momento superan el actual principio de prudencia financiera”.
La capacidad de ingresos anuales del último trienio alcanza los 147,3 millones anuales.
De los impuestos municipales, el 61% provienen del IBI


De las transferencias corrientes, el 81% provienen de la participación en los tributos del Estado.
Los gastos reconocidos en el último trienio alcanza los 148,9 millones anuales.
Existen expedientes de reconocimiento extrajudicial de créditos que desvirtúan las cuentas:
Reconocen pagos sin consignación presupuestaria.
Es uno de los factores del fuerte incremento de la deuda con proveedores.
Se realizaron para cubrir “gastos que no tenían consignación presupuestaria pero que fueron ejecutados por encargo del Ayuntamiento, por terceros, sin las autorizaciones económicas previas a la asunción de cualquier compromiso de gasto”.
Se realizaron, sobre todo, de 2007 a 2012.
Producen desfases que se trasladan de un año a otro.
El nivel de gasto por habitante en Alcalá es muy inferior tanto a la media estatal, como a la media de los municipios de la Comunidad de Madrid, tanto a nivel de gastos corrientes como de inversión.
Los ingresos tributarios por cada habitante son muy inferiores tanto respecto a los existentes en el resto de municipios de la Comunidad de Madrid como en la media nacional.

Aporto dos tablas de datos basadas en las que se publican en el informe. Ofrecen una imagen detallada de las diferencias con respecto a otros municipios grandes de nuestro entorno.





Hasta aquí los datos del informe. La situación que pinta es mala, muy mala, en consonancia con lo avisado por el nuevo concejal de Hacienda y con lo que todos suponíamos. Pero el informe nos deja una serie de claves que deben leerse entre líneas. Yo destaco las siguientes:
La gestión del PP, por mucho EFYCO y mucho ahorro que nos intenten vender fue peor que mala, nefasta. Lo peor es que pretendan seguir engañándonos con sus notas de prensa. ¿Quién es el responsable de la enorme deuda, de las sentencias que nos condenan a pagar más, de los “reparos”, de los “SWAPS”, de los “créditos extrajudiciales”, del desmedido crecimiento del gasto de personal?
Nos quejamos de los malos servicios que recibimos del Ayuntamiento y hay una realidad económica que soporta la queja. Los gastos de personal se llevan la “cabeza del león” con más del 56% de los gastos corrientes, el mayor porcentaje de los municipios homólogos de la Comunidad de Madrid. A gastos en bienes, servicios y transferencias corrientes se dedican el 37% del total de gastos corrientes. Sólo Coslada tiene menos gasto en estas partidas por culpa de sus elevados gastos financieros (19%). De aquí vienen la escasa calidad de los servicios que recibimos y, hay que tener en cuenta, que los gastos financieros van a crecer irremisiblemente en los próximos años, una vez finalizado el periodo de carencia del “macro-préstamo”, lo que no invita a ser optimistas.
La presión fiscal del Ayuntamiento sobre los vecinos es baja. Sí ya sé que no nos los parece, sobre todo si se compara con lo que recibimos a cambio, 
porque a nadie nos gusta pagar impuestos. Pero así lo dicen las cifras. Somos los habitantes que menos pagamos por impuestos locales en la Comunidad de Madrid de las ciudades de más de 100.000 habitantes, a excepción de Getafe que, por otro lado, tiene el mayor porcentaje de gastos en bienes, servicios y transferencias corrientes de ese grupo de ciudades; es decir, las cifras parecen indicar que gasta mucho en sus ciudadanos. 

El informe advierte de que existe margen para el incremento de los ingresos que, dadas las dificultades de obtener financiación del Estado y la enorme presión de las gastos financieros, solo puede venir de la mano de incrementos de los impuestos y precios públicos.

La nota del PP advertía de esa posibilidad alertando a los vecinos de que los datos que se proporcionaban eran tendenciosos para justificar la subida de los impuestos. Yo espero que los datos suministrados sean reales porque si no, sería un escándalo. Tras su análisis aparecen pocas dudas sobre la necesidad de aumentar los ingresos, al mismo tiempo que se reducen los gastos. Otra cosa es qué decisiones se tomen para lograr el incremento de unos y la reducción de los otros.

El PP emitió otra nota de prensa, pidiendo la rebaja de los impuestos, adelantándose a la presentación del proyecto de Nuevas Ordenanzas Fiscales por parte del gobierno municipal de izquierdas. Resultaría creíble la pretensión del PP de bajar impuestos si no hubieran intentado su subida cada uno de los años de la anterior legislatura. Las rebajas del tipo municipal del IBI vinieron obligadas por la presión de la oposición. Es difícil faltar más a la verdad cuando afirman que “el compromiso del PP ha sido siempre bajar impuestos y reducir la presión fiscal a los vecinos complutenses”… ¡hace falta tenerla de “cemento armado”! Su Plan de Ajuste obliga al incremento constante de los ingresos municipales y a que los precios públicos y tasas cubran el gasto total ¡y estamos en el 50% de cobertura! Los ingresos tiene que subir, el PP lo sabe mejor que nadie, es evidente que eso tiene un coste político importante pero me ofende que el máximo responsable de la imperiosa necesidad de subir los ingresos se descuelgue con la irresponsable petición de rebajar los impuestos cuando sabe que eso pondría la situación del Ayuntamiento en el colapso total. No es pertinente y nos está tratando como idiotas a los ciudadanos por cuanto intenta engañarnos.

El mantenimiento de la presión fiscal durante los últimos años vino forzada por la oposición. El PP quiso subir los impuestos locales para aumentar los ingresos y reducir el déficit y la deuda municipales. Era lo lógico, pero no contaba con la mayoría suficiente y fueron incapaces de mantener los apoyos necesarios para llevar a cabo la política coherente con la situación. En vez de decir las cosas como eran y de responsabilizarse de su ineptitud para cosechar los apoyos necesarios, quisieron subirse al carro de la demagogia de la “rebaja de impuestos” que, unido a una mala gestión de los cobros y a una ineficiente gestión de los gastos, siguió empeorando las paupérrimas cuentas del Ayuntamiento de Alcalá.

No puedo comentar las opiniones de Ciudadanos sobre el proyecto de Ordenanzas Municipales y Precios Públicos porque no he podido leer nada de sus valoraciones. Si las tienen, no las han hecho públicas. Supongo que lo harán próximamente.

En resumen, la situación económico financiera del Ayuntamiento de Alcalá es peor que mala. El nuevo gobierno tiene la responsabilidad de cambiar las cosas conforme a su sapiencia, a las promesas realizadas y a los condicionantes que supone estar formado por tres partidos políticos distintos. Veremos si con capaces de hacer algo.

Aunque ya están avanzados los estudios sobre la situación real, no creo que se haya desentrañado todo lo que hay, vamos, que no se han “levantado todas las alfombras”. Pero el tiempo corre deprisa y se hace necesario tomar decisiones y proponer soluciones para arreglar la situación. El camino no va a ser fácil, a pesar de que la situación se defina en una sencilla frase: “aumentar los ingresos y reducir los gastos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario