Vicente Nieves Redactor de elEconomista.es |
Jueves, 3 de Marzo de 2016 Actualizado a las 9:21
Las máquinas están tomando el control del proceso productivo. Los trabajadores empiezan a ocupar un segundo lugar en este proceso y las consecuencias se empiezan a notar: tasas de empleo bajas, salarios estancados, desigualdad económica y sobre todo miedo al futuro. Parece evidente que los efectos a corto plazo de la que podría llamarse Cuarta Revolución Industrial no son ni serán positivos. Sin embargo, a largo plazo y tras un duro proceso de ajuste y aprendizaje este nuevo periodo puede ser una oportunidad, también para España. Seguir leyendo...
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