jueves, 4 de agosto de 2016

España en Río: espíritu optimista y olor a podrido

Los efluvios de la laguna de Jacarepaguá no hacen mella en los españoles, dispuestos a igualar las 17 medallas de 2012

Diego Torres
Rio de Janeiro


La delegación española tras izar la bandera en la Villa Olímpica.
(EFE)
Las ráfagas de brisa tropical procedentes de la laguna de Jacarepaguá transportaban hasta la Villa Olímpica un inconfundible aroma cloacal. El espíritu faraónico de los organizadores de los Juegos soslayó la ausencia de servicios como el tratamiento de aguas construyendo las torres más altas de Río y traspasando por el camino los volúmenes de edificación legalmente prescritos hasta el momento. Seguir leyendo..

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