Miguel Alba
@miguelalbacar
@miguelalbacar
04:00 |
El verano ya pasó. Y nos ha dejado una España sumida en sus sempiternos
latiguillos: récord histórico de turistas, cifras máximas de ocupación
hotelera, la misma radiografía de destrucción de empleo de cada período
estival o incluso ese incómodo levante que ha convertido un rato de
playa en un ejercicio de supervivencia. Un verano típico. Con sus
chiringuitos, canciones y hasta el posado de Ana Obregón.
España no se hace jirones sin gobierno. Lo piensa la calle. Pero lo
piensan también muchos políticos. Pese a sus impostados mensajes
mitineros sobre la necesidad de darle salida al bloqueo político. El
moreno les delata. La investidura fallida de Mariano Rajoy
no fue una derrota matemática de escaños. Fue el ‘no es no’ del
bronceado. Bastó con ver el contraste de tonos de piel de sus señorías
para saber que Rajoy sería embestido por la votación. Seguir leyendo....
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