21/10/2018 Luis Ventoso |
Replegados en la extrema individualidad se va desatendiendo lo común. Las sociedades más prósperas del planeta están siendo víctimas de una epidemia de hedonismo, que lleva aparejado un creciente desinterés por la obra común que impulsa a las grandes naciones. La adolescencia mental se ha expandido tanto que casi empalma con la jubilación. El primer mandamiento es disfrutar. Seguir leyendo>>
No hay comentarios:
Publicar un comentario