Italia ha pisado líneas rojas de la geopolítica estas semanas; España mantiene la disciplina occidental.

19/04/2020
Enric Juliana

España e Italia en casa de Dante.
Imaginemos que quince aviones de transporte Ilyushin aterrizan en la base militar de Torrejón y de su interior sale un destacamento de las tropas rusas de protección NBQ (nuclear, química y biológica). La columna motorizada, compuesta por varios jeeps y camiones, pone rumbo a Barcelona por la A-2, haciendo ondear vistosamente la bandera de Rusia, blanca, azul y roja, la bandera de los zares. Responden a una llamada de auxilio del presidente del Gobierno y en Barcelona les espera la Generalitat de Catalunya con los brazos abiertos. Imagínenlo. Las redes sociales habrían reventado. El escándalo aún habría sido mayor si al cabo de unos días se divulgase, en rigurosa exclusiva, que en la columna figuraban varios oficiales del GRU, servicio de inteligencia militar ruso. Seguir leyendo>>