17/09/2020 Francisco Marhuenda |
Nada puede blanquear el horror que sufrió España y el mundo por culpa de la izquierda totalitaria. Ni siquiera la fiscalía que crearán para perseguir la libertad académica, ideológica y política.
Una de las muchas cosas que se podrá hacer con la futura ley de Memoria Democrática será ensalzar a la Unión Soviética y al «padrecito» Stalin. Es más, será bueno repetirlo con una cierta regularidad. La Nueva Normalidad Política nos muestra claramente el camino que tendremos que seguir los historiadores y juristas si queremos escribir o hablar sobre ese período. Desde 1936 a 1978, de momento, habrá una doctrina oficial que se deberá seguir religiosamente y la relación de libros permitidos, supongo, se publicará en el BOE. No quiero ni imaginar qué les sucederá a los que ignoren las directrices políticas y se les ocurra recomendar alguna obra que no haya pasado la censura gubernamental. Lo más cómodo será recuperar el nihil obstat para que quede claro que el Ministerio de la Memoria Democrática no se opone a su publicación. En tiempos de Franco, los comunistas, con sus distintas tendencias, y los socialistas asaltaron con gran éxito la Universidad y especialmente algunas carreras como Historia, Periodismo, Magisterio, etc… No es casual el enorme peso que tienen en asignaturas como Derecho Constitucional o Historia Contemporánea y la mejor forma de progresar, por decirlo con toda su crudeza, es ser «rojo» y si además se ha estudiado con algún hispanista británico el futuro es deslumbrante. Y la derecha acomplejada les acoge con gran fervor. Seguir leyendo>>
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