martes, 9 de marzo de 2021

Arabia Saudí, donde reina el petróleo, va a por el hidrógeno: está construyendo una planta de 5.000 millones de dólares para fabricarlo.

09/03/2021
Cristian Rus
El petróleo está llegando a su fin, literal y metafóricamente. Con las energías renovables como único futuro viable, países como Arabia Saudí van a tener que reinventarse, especialmente si su economía se basa principalmente en la exportación de petróleo. Ya están planteando alternativas, y una de ellas es convertirse en el mayor exportador de... hidrógeno.
Según indica Bloomberg, el reino está construyendo una planta de 5.000 millones de dólares que será capaz de crear combustible de hidrógeno para la exportación. El negocio del hidrógeno es uno de los más florecientes junto al eléctrico, ya que se trata de una alternativa convincente a los combustibles fósiles. Ahora bien, no depende tanto de la suerte de dónde esté ubicado como ocurre como el petróleo, sino que se puede fabricar en cualquier parte del mundo. Es decir, Arabia Saudí ahora tiene competencia a la hora de ser exportador.

Como resultado de esto, entre otras cosas el país ha decido apostar por el hidrógeno. Para ello construirá la que se espera que sea la mayor fábrica de hidrógeno del mundo. Para conseguir esta hazaña la fábrica estiman que producirá alrededor de 650 toneladas de hidrógeno al día.

De Neom al resto del mundo

Helios, nombre que recibirá la fábrica, estará ubicada en Neom. De Neo ya hemos hablado en alguna ocasión, se trata de la megalópolis que Arabia Saudí está construyendo en mitad del desierto. Una megalópolis que esperan que funcione totalmente con energía renovable y en la que el reino de saudita está invirtiendo miles de millones para hacerla real. La futurista ciudad contará con multitud de tecnologías de vanguardia según han prometido, como la siembra de nubes o un control por inteligencia artificial.

Desde Neom es desde donde deberían comenzar a salir toneladas y toneladas de hidrógeno al día. Para ello utilizarán un método de electrólisis, que no acaba de convencer a todo el mundo. En esencia se trata de coger el agua del mar (H2O) y separar sus partículas en hidrógeno por un lado (H2) y oxígeno por el otro (O2). Para operar la fábrica utilizarán energías renovables, viable gracias a los vientos y el sol que hay en el desierto saudí.

Desde Neom al resto del mundo. El foco principal de esta fábrica es la exportación del hidrógeno, según refleja Bloomberg. Con el petróleo en cayendo en los próximos años, el hidrógeno puede crecer como sustituto para las exportaciones de Arabia Saudí. Eso sí, estiman que las 650 toneladas de hidrógeno diario que esperan sacar equivalen a unos 15.000 barriles de petróleo. Actualmente Arabia Saudí exporta unos siete millones de barriles diarios.

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