EL PAÍS 15/10/2021 Anabel Díez Navarrete |
La confrontación debería ser de 176 votos frente a 155 para que las Cuentas del Estado salgan adelante, aunque hay un primer paso, que entraña menor compromiso: una mayoría de votos en contra de las enmiendas a la totalidad que presenten los grupos que aspiran a la devolución de las Cuentas al Gobierno. Si los grupos nacionalistas presentan sus respectivas enmiendas a la totalidad o votan a favor de las de quienes sí las presentan, todo estaría perdido para el Ejecutivo. Un rechazo a esas enmiendas de devolución, sin embargo, no compromete el final, sino que permite que el proyecto de Presupuestos pueda empezar su tramitación y, por tanto, la negociación. Este es el camino emprendido por el Gobierno: conseguir que sus socios del año anterior negocien y no trunquen la posibilidad de acordar.
No se va a dejar a ninguno de los potenciales socios fuera de la negociación. Lo único seguro es que no hay nada que hacer con el PP, Vox ni —en esta ocasión— con Ciudadanos. El PNV, ERC, Bildu, Compromís, Teruel Existe, Nueva Canarias y PRC portan una gruesa cartera para la negociación. El intento decidido de Junts de condicionar a ERC está lejos de llegar a buen puerto. Los 13 de ERC, en principio, se impondrán sobre los cuatro de Junts, tras la escisión de los parlamentarios del PdeCat que sí quieren jugar un papel negociador.
Las conversaciones empezaron en verano, y no se interrumpirán a pesar de las discrepancias de calado que mantienen ERC y el PNV. En estos Presupuestos hay mucho dinero para la red de trenes de cercanías en Cataluña. Esa es una tarjeta de presentación con la que el Gobierno central va a la negociación, pero no acepta el traspaso de la competencia a Cataluña. Ninguno se ha movido aún. Con el PNV se ha suavizado el clima de diálogo después del aviso meditado del Gobierno vasco de que el precio desorbitado de la luz no puede resolverse con “la simpleza” de cortar beneficios a las eléctricas. Se estudiará cómo abordar la problemática porque, sin modificaciones, el PNV detiene la negociación. En materia presupuestaria, el AVE para las provincias vascas y la ejecución del Ingreso Mínimo Vital son condiciones imprescindibles para seguir adelante. La expectativa del Gobierno es de pacto final, aunque queda mucho por discutir, aseguran. Les anima la contrastada aversión política de los nacionalistas a dar bazas al PP y a Vox.
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