Estados Unidos: Un entramado de fundaciones y empresas con sede en Washington mantiene viva la llama golpista de los años de Reagan.
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02/01/2022 Julián Macías |
No mires arriba ha sido una de las revelaciones cinematográficas que han puesto el broche final a este 2021 y no es difícil explicar por qué. Bajo un manto distópico nos golpea en la cara con una realidad presente día tras día: el meteorito es el calentamiento global, la pandemia, la crisis financiera de 2009, el agotamiento de las materias primas… Nuestra presidenta Orlean son los Trump, Bolsonaro, Ayuso… Nuestro BASH son Cambridge Analytica, Palantir, Google, Facebook, CLS Strategies… Nuestra riqueza del meteorito son las criptomonedas, el petróleo, el gas, los minerales… Nuestro Daily RIP son los Fox News, las Ana Rosa Quintana y Susana Grisso…
Es curioso ver que negacionistas, simpatizantes de Vox, y políticos de derechas como Girauta hayan aplaudido la película sin darse cuenta de que los estaban retratando. Quizá para terminar de entender No Mires Arriba sea necesario ver la anterior obra de su director Adam Mckay, VICE, donde hace una radiografía histórica siguiendo la evolución de Dick Cheney como pieza clave del entramado de poder creado alrededor de la Casa Blanca. Seguir leyendo>>
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