![]() |
| 13/06/2022 Carmen Rengel |
El 13 de junio del pasado año, Israel pasaba página de la era Netanyahu: el primer ministro conservador dejaba de serlo y le tomaba el testigo una alianza de ocho partidos absolutamente heterogéneos, de la derecha radical a la izquierda más progresista, pasando por los árabes. Naftali Bennet (Yamina) y Yair Lapid (Yesh Atid) pactaron un Ejecutivo de rotación, casi de unidad nacional, pasa sacar al país del atasque de celebrar cuatro elecciones en dos años y no lograr mayorías viables. Sólo una idea unía a estas formaciones tan distintas: Benjamin Netanyahu no podía seguir al mando. Seguir leyendo>>

No hay comentarios:
Publicar un comentario