Hacer a estas alturas una crítica política de la gestión
política pasada y presente del concejal de urbanismo Jesús Domínguez Picazo alias el Farma, corre el riesgo de
parecerse mas a una practica de
necrofilia política que al ejercicio responsable de la critica constructiva
de gestión política.
Según se rumorea por los
corrillos políticos de Alcalá quieren endosarle a Don Jesús todos los
desaguisados políticos propios y ajenos de su gestión política.
Sinceramente creemos de que
si de algo hay que acusar al señor Domínguez Picazo, Don Jesús, es de una
enorme y presunta estupidez política al hacer alardes de su condición de
presunto corrupto delante de móviles de última generación dotados de cámaras,
videos, grabadores y hasta de rayos x. Pero hombre de Dios, alma de cántaro a
quien se le ocurre tamaño despropósito.
El señor Domínguez esta a
punto de convertirse, presuntamente, en uno mas de esos fantasmas que recorren
los pasillos del Convento de Agonizantes sin rumbo fijo en uno de esos
políticos fracasados cuya presencia irritaba tanto al ínclito Jesús Pajares cuando se
les cruzaba por los pasillos. Presuntamente claro.
Pida usted señor mío el
reingreso en la función publica en su puesto de honrado y bondadoso carcelero.
Presuntamente claro.
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