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El nuevo "Florentino" de la economía española El empresario más tapado de España: Valentín Monje Tuñón Juan Luis Galiacho Su hija, Susana, es la mano derecha de Sandro Rosell en el F.C. Barcelona, donde ejerce de tesorera Su grupo Essentium, que factura unos 500 millones de euros, ha iniciado un proceso de expansión internacional: Brasil, México, China, Marruecos…
El catalano-asturiano Valentín Monje Tuñón,
nacido en una aldea del valle de Cuna y Cenera aunque residente en
Cataluña, es el empresario más de moda y más tapado en el mundo
financiero y empresarial español. Sería algo similar en su génesis a los
comienzos de Amancio Ortega en su multinacional Inditex, del que nadie sabía nada hasta que el grupo textil salió a Bolsa; o un nuevo Florentino Pérez, ya que está vinculado con el F.C. Barcelona y también se dedica a la construcción, energía e ingeniería.
Valentín Monje Tuñón fue aprendiz
de relojero e inmigrante en Suiza antes que empresario de éxito. Su
primer trabajo fue en la relojería “La Perla”, en Mieres. Luego emigró a
Suiza para conocer mejor este sector. Y ya en los años setenta regresó a
España y se instaló en Cataluña junto a su mujer, también asturiana de
nacimiento, y sus dos hijos: Susana y Diego. Fue cuando cambió su estrategia: los relojes por la construcción.
Conexiones con el Barça de Rosell Los Monje Tuñón dominan hoy el grupo Essentium que factura unos 500 millones de euros y con el que ya ha iniciado una gran expansión internacional, tanto en Europa como en América, Asia y África. Además su hija, Susana Monje Gutiérrez, es la mano derecha de Sandro Rosell en el F.C. Barcelona, donde ejerce de tesorera, la primera fémina en su historia. La familia Monje se instaló en Barcelona a mediados de los años setenta y desde entonces allí residen. Recordar, tal y como informó este periódico que la nueva tesorera del F.C. Barcelona consiguió un contrato del Govern Balear de 12,2 millones de euros.
Susana, que nació en Oviedo en
1972 y que es licenciada en Administración de Empresas, figura además de
tesorera del F.C. Barcelona como presidenta de Essentium, un gran
conglomerado empresarial que tuvo como punto de partida hace tres
décadas el sector nacional de los materiales para la construcción, a
través de su empresa Graveras Los Ángeles (GLA), con social en la
localidad madrileña de Villaviciosa de Odón, y que llegó a facturar unos
250 millones de euros. La familia Monje Muñón,con este
buque insignia GLA, comenzó a estar presente en la producción de
áridos, cemento, hormigón, mortero y prefabricados, fundamentalmente en
Madrid, Castilla-La Mancha, Valencia y Castilla y León. Luego en 2008, vendieron la empresa al gigante galo Lafarge para con las plusvalías crear Essentium.
Hoy el grupo empresarial de los Monje Muñón, que sigue teniendo su cuartel general en Villaviciosa de Odón (Madrid), a pesar de residir la familia en Cataluña, está formado por una multitud de diferentes y variados negocios con ubicación en muy distintos países. Por ejemplo, en Brasil han penetrado en la división de ingeniería de la promotora WTorre Properties, una de las firmas brasileñas más destacadas del sector inmobiliario, adelantándose en la jugada a otro conocido empresario español, el valenciano Enrique Bañuelos, que también tiene jugosos negocios en este pujante país sudamericano. Los “tapados” del poder económico Según fuentes del sector, la familia Monje Tuñón desembolsará por esa operación- se han quedado en torno al 50%-, la cantidad de unos 100 millones de euros. La compañía Essentium –donde también trabaja el otro hijo, Diego- también está adquiriendo empresas de servicios por el resto de Sudamérica, por ejemplo, en México; como también en Turquía, Marruecos, China o Caracas, donde controlan la gestión del metro. En España son conocidos por haberse quedado con la polémica Constructora Hispánica, que fue noticia de los medios de comunicación al verse vinculada con el caso Gürtel, la trama de corrupción y financiación irregular que ha salpicado al Partido Popular. La familia Monje decidió en octubre de 2009 adquirir esta conocida constructora de obra pública para expandir sus tentáculos en todo tipo de concesiones y obra civil en España. Constructora Hispánica fue luego transformada por los Monje Tuñón en Assignia Infraestructuras, un nuevo nombre –ya limpio-, con el que la familia asturiana aspira a reforzar sus negocios internacionales, cuya expansión en otros continentes comenzó a partir del 2006, año en el que también Susana Monje cogió el timón de este gran emporio constructor que les ha permitido entrar en el club de los empresarios más ricos de España. Y convirtiéndose en los grandes tapados del verdadero poder económico español. Juan Luis Galiacho |
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