MEMORIAS POLÍTICAS DE JUAN ANTONIO
CAMARGO
CAPITULO SEGUNDO
LAS RUBITAS DEL P.P.CAM*
LA MINIMARTA
Antes de entrar en
materia conviene hacer unas consideraciones previas para centrar el asunto.
La hibris, hubris
o hybris** (en griego antiguo ὕϐρις hýbris) es un concepto
griego que puede traducirse como ‘desmesura’ y que en la actualidad alude a un orgullo o
confianza en sí mismo muy exagerada, especialmente cuando se ostenta poder. En
la Antigua
Grecia aludía a un desprecio temerario hacia el espacio personal ajeno
unido a la falta de control sobre los propios impulsos, siendo un sentimiento
violento inspirado por las pasiones exageradas, consideradas enfermedades por
su carácter irracional y desequilibrado, y más concretamente por Ate (la furia o el orgullo). Como reza el famoso
proverbio antiguo, erróneamente atribuido a Eurípides:
«Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco.»
La hibris en la antigüedad
La religión
griega ignoraba el concepto de pecado tal como lo concibe el cristianismo,
lo que no es óbice para que la hibris parezca la principal falta en esta
civilización. Se relaciona con el concepto de moira, que en griego
significa ‘destino’, ‘parte’, ‘lote’ y ‘porción’ simultáneamente. El destino es
el lote, la parte de felicidad o desgracia, de fortuna o desgracia, de vida o
muerte, que corresponde a cada uno en función de su posición social y de su
relación con los dioses y los hombres (véase en el artículo moira la división del
mundo realizada por los tres grandes Crónidas,
que determina el destino de cada uno). Ahora bien, la persona que comete hibris
es culpable de querer más que la parte que le fue asignada en la división del
destino. La desmesura designa el hecho de desear más que la justa medida que el
destino nos asigna. El castigo a la hibris es la némesis, el
castigo de los dioses que tiene como efecto devolver al individuo dentro de los
límites que cruzó. Heródoto lo expresa claramente en un significativo pasaje:
Puedes
observar cómo la divinidad fulmina con sus rayos a los seres que sobresalen
demasiado, sin permitir que se jacten de su condición; en cambio, los pequeños
no despiertan sus iras. Puedes observar también cómo siempre lanza sus dardos
desde el cielo contra los mayores edificios y los árboles más altos, pues la
divinidad tiende a abatir todo lo que descuella en demasía.1
La hibris en la actualidad
Las consecuencias negativas modernas de las acciones provocadas por la hibris parecen estar asociadas a una falta de conocimiento, interés y estudio de la historia, combinada con un exceso de confianza y una carencia de humildad.Hibris es a menudo aplicado como término peyorativo en política. Como la hibris está relacionada con el poder, suele ser usado por personas relacionadas con partidos políticos de la oposición contra aquellos que ostentan el poder.
El historiador británico Arnold J. Toynbee, en su voluminoso Estudio de la Historia, utiliza el concepto de hibris para explicar una posible causa del colapso de las civilizaciones, como variante activa de la némesis de la creatividad.
Se ha sugerido que la hibris es una de las tres cualidades de los programadores de éxito, según Larry Wall. Sería «la cualidad que te hace escribir (y mantener) programas sobre los que otra gente no querrá hablar mal». Las otras dos cualidades serían la pereza y la impaciencia.
Esther Vilar en su genial “TRATADO DE USO Y DISFRUTE DE LAS MUJERES PARA HOMBRES INTELIGENTES” que ella llamó el “VARON DOMADO” ya advirtió de los riesgos de esta enfermedad que comparte con la gripe muchos síntomas y efectos. La variante que afecta a las políticas españolas de cualquier signo político que ostenten poder real, las mujeres de la Casa Real Española son inmunes por el momento.
Se sospecha que la Reina Cleopatra es la mujer política infectada más antigua de la que existe un registro histórico.
Cleopatra fue conocida entre otras cosas por sus excesos sexuales, algo que caracteriza a una parte de las mujeres políticas con poder afectadas. Es conocido el hecho de haber realizado cien felaciones todas ellas con eyaculación. Al parecer se trataba de un tratamiento hormonal para asegurarse el éxito en el coito conel Cesar como asi ocurrió. En todo caso la historia terminó mal para Cleopatra quien murió, dándole el nombre a una serpiente, y con su imperio destruido.
La variante española de la enfermedad, como la gripe del mismo nombre es extremadamente virulenta.
En el Ayuntamiento de Alcalá de Henares se sospecha de un caso agudo en una técnica política conocida por el apodo de “LA MINIMARTA”.
Presuntamente claro.
Nota del autor:
*P.P.CAM. Abreviatura del Partido Popular
de la Comunidad de Madrid.
** Fuente wikipedia
NOTA DEL AUTOR: EL CONTENIDO DE ESTA ENTRADA ES UNA FICCIÓN Y CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD SERA PURA CASUALIDAD.
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