Da igual que se llame Federación Socialista de Madrid (FSM) o Partido Socialista de Madrid (PSM). Los socialistas madrileños llevan décadas sufriendo las consecuencias de fuerzas centrífugas y centrípetas que se empeñan en evitar el núcleo, pase lo que pase.
Históricos socialistas recuerdan, casi como si de supervivientes de la Guerra Civil se tratara, algunas de las mejores 'batallitas' que se han vivido-sufrido en el entorno del partido en la región.
La primera ruptura dentro de la entonces FSM ocurrió nada más estrenarse la democracia. Allá por 1979, el entonces secretario regional, Alonso Puerta, protagonizó una de las mayores crisis para el partido cuando, siendo teniente de alcalde de la capital, denunció una presunta adjudicación corrupta en los contratos de limpieza.
Al margen de la corrupción, el terremoto regional vino porque fuera un socialista el que denunciaba a sus propios compañeros de partido y de Gobierno. El escándalo provocó que el PSOE suspendiera de militancia a Puerta, que acabó en IU, y lo retirara de la cúpula madrileña.
Lo sustituiría en el cargo otro concejal socialista, compañero de Puerta en el Ayuntamiento de Madrid: Joaquin Leguina, que se convertiría en el inquilino más longevo en el sillón de secretario regional, 11 años, aguantando los envites de guerristas y renovadores.
La próxima "batallita" a propósito de la moción de censura del Ayuntamiento de Alcalá de Henares esta servida.
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