LOS VERDES DE ALCALÁ DE HENARES
La reforma energética contra todos
Cote Romero
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13/08/2013
El capitalismo del siglo XXI avanza irremisiblemente a la concentración de poder y riqueza en manos de unos pocos. Grandes corporaciones, que año tras año, se hacen más grandes engullendo sin control todos los pedazos de la tarta de la producción, de la renta y de la riqueza.
La reforma energética que está promoviendo el gobierno debemos enmarcarla dentro de esta lógica, porque resulta que la energía, más que en ningún otro sector, la tecnología hace posible cuestionar radicalmente esta tendencia hacia la concentración. Es el flanco débil de la estructura construida por los poderosos. Por una simple razón, es difícil que un pequeño taller textil pueda competir en costes con la producción globalizada, masiva y explotadora de las grandes cadenas de moda. Pero, en el mundo de la energía resulta que para el consumidor, un modelo distribuido de producción y consumo basado en el uso eficiente de la energía, en el ahorro y en las tecnologías renovables (en las que la materia prima es gratuita) es más barato que el modelo centralizado.
Por lo tanto, siendo esto así, los poderes económicos y su lacayo, el poder político, dándose cuenta de la magnitud del desafío que enfrentan, han decidido concentrar sus esfuerzos en neutralizar la oportunidad de recuperación democrática y ciudadana que representa la difusión de esta otra forma de proporcionarnos la energía que necesitamos.
Solo desde este contexto podemos entender la falta de visión estratégica y el atentado que supone para los intereses generales la actual política energética, cautiva de mantener intacto el statu quo del oligopolio eléctrico. De ahí que la reforma del sector que se está llevando a cabo por el gobierno, sea al dictado de la patronal UNESA, y que sean éstos los únicos que salen indemnes frente a los sacrificios que la nueva normativa exige al resto de los agentes: consumidores, contribuyentes y productores de energías renovables.
En el sector eléctrico español nos encontramos con un voraz agujero negro, el dichoso déficit de tarifa, que no para de crecer y crecer, y que exige una auténtica y urgente reforma. Un mercado distorsionado y opaco, que oculta mecanismos perversos de ayudas encubiertas a las grandes eléctricas y a los grandes consumidores. Pero, se han encargado de hacer creer a la opinión pública que el origen de éste son las primas de fomento a las energías renovables. Desgraciadamente, hay que ser experto para entender que esto no es así, no obstante el escándalo es ya tan manifiesto que la ciudadanía empieza a ver que aquí hay gato encerrado.
El pasado 12 de julio el Consejo de Ministro alumbró un nuevo Real-Decreto Ley, por el que se adoptan medidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eléctrico, convalidado en cinco días en el Congreso de los Diputados por la apisonadora de la mayoría absoluta. A lo largo de los días siguientes han ido apareciendo trece borradores de normas, entre ellos, el Anteproyecto de Ley del Sector Eléctrico que derogará a la ley del año 97. El paquete normativo cocinado al margen de la ciudadanía se está tramitando por la vía de urgencia, de ahí, que tan sólo se haya habilitado un plazo de 10 días para el trámite de audiencia pública, siendo imposible cumplimentar éste por imposibilidad material de estudiar semejante mamotreto (más de 1.000 páginas) en tan corto periodo de tiempo.
Claves para entender porqué la reforma del sector eléctrico es un ataque a la democracia:
1.- FACTURA DE LA LUZ. La factura de la luz se compone de una parte fija o regulada que atiende a los costes del sistema y de otra variable en función de nuestro consumo de energía. La reforma incrementa la parte fija, es decir, el término de potencia en un 77%, marcando la tendencia de imponer la tarifa plana en la factura de la luz, pagando más por la parte fija y menos por el consumo energético. Por lo que con esta medida se penaliza al consumidor que ahorra energía y que hace un uso eficiente de la misma. Es un desincentivo a la eficiencia energética a pesar de los objetivos europeos. Asimismo, es inaceptable, teniendo en cuenta el contexto de pobreza energética que estamos viviendo en nuestro país, donde más de 2.000.000 de familias este pasado invierno han tenido que racionar su consumo de calefacción. Tras esta medida hay dos estrategias claras:
- La primera de ellas, desincentivar que los ciudadanos instalen en el ámbito doméstico plantas de generación de energías renovables. Con una factura de la luz cada vez más cara, y con una tecnología cada vez más accesible, son muchos los que estaban esperando la regulación del autoconsumo para ahorrar en la factura de la luz. La subida de la parte fija provoca que el ahorro que nos pueda proporcionar la nueva planta de generación apenas tenga reflejo en la factura.
- Allanar el camino para que se materialice la endemoniada propuesta de la CNE de que sea el consumidor doméstico el que se haga cargo principalmente del coste de la red. Discriminatorio e injusto. Y más aún cuando el consumidor doméstico no puede elegir en la contratación discriminación horaria y hacer así uso de la red cuando más barata es la energía. Todo queda atado y bien atado.
2.- AUTOCONSUMO. El objetivo del borrador de autoconsumo es impedir el desarrollo del mismo. De entrada, no regula siquiera, el tan esperado autoconsumo con balance neto. Mecanismo utilizado en otros países, por el cual las plantas de generación limpias (paneles o pequeños molinos en nuestro tejado) pueden realizar un trasvase de la energía excedentaria con la red generando un derecho de compensación de energía para los períodos que la planta no produzca. Este mecanismo facilita el desarrollo de las energías renovables entre la ciudadanía ya que abarata los costes de la instalación al no ser necesario el uso de baterías para almacenar los excedentes. El gobierno, desoyendo el mandato imperativo de regular este mecanismo, deja claro que no lo va a fomentar. Además, el borrador impone un gravamen al autoconsumo instantáneo que en la actualidad existe. Por la energía que se produce y que se va a autoconsumir sin pasar por la red, se impone un peaje de respaldo, término acuñado por Iberdrola, para costear los pagos por capacidad, es decir, para sufragar a las plantas privadas de ciclo combinado de gas. Sin palabras. A las plantas existentes y a las nuevas se les exige dispositivos costosos de telemetría y un nuevo contador que envíe la señal al sistema de la energía que se produce y se autoconsume. El borrador recoge la obligación de legalizarlas en el plazo de dos meses y en caso contrario, se considerará falta muy grave, con multas de hasta 60.000.000€. Asimismo, el Ministerio de Industria tendrá potestad para acceder a los inmuebles y comprobar la existencia de una planta de generación no legalizada sin la necesidad de obtener previamente orden judicial. En definitiva, las trabas económicas al autoconsumo en el ámbito doméstico, fomentan la desobediencia civil, de ahí, que tener un panel en casa sin legalizar tenga un tratamiento tan desmedido. Otra vez, atado y muy bien atado.
3.- ENERGÍAS RENOVABLES. Una vez más, las energías renovables son las víctimas de la política energética. Evidente, si no perdemos de vista que las grandes corporaciones han desplegado toda su maquinaria para expulsar a la competencia del mercado. De ahí, que el parque renovable existente vuelva a sufrir recortes económicos de manera retroactiva. Dejan de ser retribuidas conforme a una prima aprobada en normas anteriores para ser retribuidas a precio de mercado más un complemento a la inversión. En última instancia va a suponer un recorte significativo e injusto de los ingresos que el BOE se comprometió a pagar a los que apoyaron con su dinero la producción limpia de electricidad. De las renovables a futuro, mejor ni hablar. Sigue vigente la moratoria a los nuevos proyectos. Los pocos que se realicen serán previo concurso. ¿Adivinan a quiénes se les van a adjudicar?
Una reforma, plagada de irregularidades y discriminaciones, y tan desatinada que resultaría cómica de no ser por las graves consecuencias que acarrea. Parece que los dos grandes desafíos que como sociedad debemos afrontar, el cambio climático y la escasez de los combustibles fósiles, no tuviesen nada que ver con nuestro actual modelo energético.
Podemos quedarnos parados con los brazos caídos o podemos responder. Desde Ecooo llevamos años luchando por un nuevo modelo energético, trabajando muy intensamente en la Plataforma que con el mismo nombre se constituyó en septiembre de 2012, fomentando una nueva cultura de la energía más sostenible y respetuosa, apoyando a las cooperativas de energía verde que están surgiendo por todo el territorio y, sobre todo, facilitando a los ciudadanos la posibilidad de apoyar con microparticipaciones los proyectos de energía limpia que hemos puesto en marcha.
Únete a la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, ahorra energía, cambia de comercializadora y compensa tu huella de CO2 produciendo energía limpia.
Cote Romero es directora de ECOOO y Coordinadora de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético
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