Ser más sensibles o no al dolor viene determinado por el estilo de vida.
Supone un antes y un después para la elaboración de un tratamiento más efectivo en cuanto al alivio se refiere, en los pacientes que llegan a sufrir dolor crónico.
Hechos de Hoy / UN / Carmen Rodríguez Campos / Actualizado 7 febrero 2014
Diferentes aspectos de nuestra vida pueden ser un antes y un después a
la hora de determinar la intensidad del dolor. Así lo determina un nuevo
estudio realizado en Reino Unido cuyo descubrimiento recalca que los
humanos poseen una especie de regulador de intensidad genético que
determinan los umbrales de dolor distintos.
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