Comentario presuntamente político al Editorial: Monarquía y democracia - El Digital de Madrid,
por Juan Antonio Camargo*.
El llamado "efecto Juan Carlos" ganado a pulso con su decidida intervención en el 23F se estaba diluyendo en el viscoso magma de la presunta corrupción que envuelve a la familia real con el caso Undangarin entre otros.
La peligrosa desafeccion del pueblo con la monarquia española aconseja un cambio de timón.
En un estado de derecho laico en donde la Libertad y la Democracia son sus ejes inspiradores ningun debate es improcedente u ocioso como afirma el editorial en el parrafo:Alimentar debates improcedentes sobre cuál debe ser el modelo de Estado, en su composición o en su jefatura, sólo sirve para perder un tiempo precioso en la tarea regeneradora que a todos compete. Empezando por el nuevo Rey y siguiendo por todos y cada uno de los partidos políticos, instituciones y dirigentes que, por encima de identidades e ideologías, han de comportarse como demócratas fieles y españoles sensatos.
Es obvio que el editorialista piensa en los españoles mas como súbditos que como los ciudadanos libres de los Estados Unidos de Europa que consagró la revolución francesa, presuntamente claro.
No estaría de mas recordar la definición de Democracia y de Libertad que hizo Benjamin Franklin cuando dijo: "Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad "
por Juan Antonio Camargo*.
El llamado "efecto Juan Carlos" ganado a pulso con su decidida intervención en el 23F se estaba diluyendo en el viscoso magma de la presunta corrupción que envuelve a la familia real con el caso Undangarin entre otros.
La peligrosa desafeccion del pueblo con la monarquia española aconseja un cambio de timón.
En un estado de derecho laico en donde la Libertad y la Democracia son sus ejes inspiradores ningun debate es improcedente u ocioso como afirma el editorial en el parrafo:Alimentar debates improcedentes sobre cuál debe ser el modelo de Estado, en su composición o en su jefatura, sólo sirve para perder un tiempo precioso en la tarea regeneradora que a todos compete. Empezando por el nuevo Rey y siguiendo por todos y cada uno de los partidos políticos, instituciones y dirigentes que, por encima de identidades e ideologías, han de comportarse como demócratas fieles y españoles sensatos.
Es obvio que el editorialista piensa en los españoles mas como súbditos que como los ciudadanos libres de los Estados Unidos de Europa que consagró la revolución francesa, presuntamente claro.
No estaría de mas recordar la definición de Democracia y de Libertad que hizo Benjamin Franklin cuando dijo: "Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad "
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