Envían un saludo telepático, de cerebro a cerebro, a 7.800 km de distanciaEl experimento ha conseguido establecer una comunicación directa y consciente entre dos cerebros humanos utilizando tecnologías no invasivas
Por primera vez, dos personas situadas a 7.800 km de distancia han podido decirse «hola» de forma telepática. El experimento, realizado por un equipo internacional de investigadores y coliderado por la Universidad de Barcelona (UB), consiguió establecer unacomunicación directa y consciente entre dos cerebros humanos utilizando tecnologías no invasivas.
El hito, publicado en la revista
PLoS ONE, se produjo el pasado 28 de marzo cuando se transmitió el saludo desde Thiruvananthapuram (India), donde se encontraba el emisor, hasta el cerebro del receptor situado en Estrasburgo. La palabra se codificó con código binario, formado por 1 y 0, resultando en 140 bits de información transmitidos vía internet utilizando tecnologías pioneras.
Un casco con electrodos registró los cambios en el electroencefalograma del cerebro del emisor cuando pensaba la palabra «hola» en código binario. Establecieron un sistema por el cual cuando el emisor pensaba en mover la mano, la interfaz registraba un 1, y cuando pensaba en mover el pie, registraba un 0, hasta codificar toda la palabra.
Flashes de luz en el cerebro
El receptor recibió vía internet este mensaje mediante una interfaz ordenador-cerebro robótica que convierte los 140 caracteres que formaban la palabra en fosfenos, destellos de luz que aparecen en su visión periférica. De esta manera, la persona receptora-con los ojos tapados con una venda- cuando notaba una de estas descargas de luz interpretaba un 1 y cuando no la notaba interpretaba un 0, hasta decodificar todo el mensaje. La operación se reprodujo 10 días después también con éxito utilizando la palabra «ciao».
Trabajos recientes habían demostrado la comunicación entre un cerebro humano y un ratón pero la tecnología aún no había alcanzado el reto de poner en contacto dos cerebros humanos, explica la Unversidad de Barcelona en un comunicado. «En este trabajo hemos conseguido, mediante el uso de tecnologías completamente no invasivas, una comunicación consciente entre cerebros. De hecho, podemos utilizar el término transmisión de mente a mente, ya que tanto en el origen como el destino de la comunicación participa la actividad consciente de los sujetos», explica Carles Grau, experto en neurociencia y miembro del grupo Grupo Neurodinámica Cognitiva y de los Trastornos Mentales de la UB.
Implicaciones éticas
La investigación abre futuras líneas de investigación tales como la transmisión directa y no invasiva de las emociones y los sentimientos o la conexión directa de sensores con el cerebro humano mediante la estimulación cerebral.
«En un futuro no muy lejano, los ordenadores podrán interactuar directamente con el cerebro humano de una manera fluida, apoyando rutinariamente tanto la comunicación entre ordenadores como de cerebro a cerebro», señala Carles Grau. «El uso generalizado de estas tecnologías de comunicación de cerebro a cerebro puede crear nuevas posibilidades de interrelación humana con amplias implicaciones sociales que requerirán nuevas respuestas éticas y legislativas».
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