La Comisión Cofely-Waiter desata una guerra política de todos contra todos
Redacción - Martes, 25 Noviembre 2014 00:00
Siete de los nueve técnicos llamados a declarar en la Comisión de Investigación
del 'Caso Cofely-Waiter' se niegan a hacerlo. Consideran que atenta
contra su intimidad, y los dos sindicatos tradicionales, UGT y CC.OO,
les apoyan. Este esperpento de no querer dar cuentas al órgano oportuno
creado por sus 'jefes' en la Administración resume la enorme guerra
política desatada en un Ayuntamiento, el de Alcalá, herido y paralizado
en apariencia.
El alcalde, Javier Bello, es el más tocado, pero no el único. Él firmó el contrato a Cofely, resucitándolo de repente un año después de que quedara enterrado en un cajón. Y, tal y como reveló este Diario, él también firmó el mayor acuerdo económico con Waiter e incluso recabó sus servicios en septiembre de 2014, cuando la UCO ya preparaba la 'Operación Púnica'.
En cualquiera de las opciones, lo único cierto es el resultado: Bello está en la diana y, aunque en esta historia nadie ha encontrado aún culpables por mucho que se dé porsupuesta la investigación de los contratos desde la UCO; menos se ha explicado todavía por qué ambas empresas aterrizaron en Alcalá para facturar millones de euros. Algo que no es delictivo en sí mismo pero que, en otros casos, iba de la mano de mordidas que aqui nadie ha demostrado. De momento, al menos.
Tampoco deja al alcalde en un espacio de tranquilidad la presencia de Waiter y algunos datos incontestables: no vinieron a Alcalá de su mano, es absolutamente cierto, pero sólo con él subieron como la espuma. En un sólo año, la firma pasó de estar excluida de las organización de las Ferias a ser beneficiaria del concruso que las reuniía todas en uno sólo contrato con un importe inédito de 425.000 euros, tal y como también desveló este periódico.
Pero si Bello vive al filo de la navaja, no se puede decir que sus rivales vivan un gran momento. PSOE e IU andan a la gresca, con la resaca de la moción de censura frustrada por la coalición y las zancadillas entre los líderes de ambos partidos, Javier Rodríguez y Pilar Fernández, cuya relación sólo es algo mejor que la de Bello con Bartolo. La líder de IU está a punto de consolidar sus opciones de ser candidata a la alcaldía en 2015 y el de los socialistas ya lo es, por tercera vez, pero eso no mejora sus disputas.
En ese panorama de todos contra el PP, el PP contra el PSOE, IU contra el PP y el PSOE y el PSOE contra el PP e IU; quedan España 2000 y UPyD. El último ha perdido toda credibilidad al conocerse que su líder está imputado por calumnias, lastrado por el episodio de las comidas privadas con dinero público y, además, por disparar con metralleta: todo es corrupción y, con ese mensaje, sólo se ha ganado el desprecio privado de todos y público de casi todos.
Con este contexto, da la sensación de que la Comisión de Investigación va a ser un circo antes que un órgano para resolver sospechas. Claro que, en ese viaje, hay algo que lo puede cambiar todo: si es cierto que las pesquisas de la Guardia Civil, la Audiencia Nacional y la Fiscalia Anticorrupción prosiguen con discreción las pesquisas que generaron una ristra de detenciones en su primera fase, nadie puede descartar una segunda fase que afecte de plano a Alcalá: pocas otras ciudades suscribieron contratos tan jugosos con Cofely y Waiter y, broncas políticas aparte, ésa es la circunstancia que puede revolverlo todo. Más aún.
El alcalde, Javier Bello, es el más tocado, pero no el único. Él firmó el contrato a Cofely, resucitándolo de repente un año después de que quedara enterrado en un cajón. Y, tal y como reveló este Diario, él también firmó el mayor acuerdo económico con Waiter e incluso recabó sus servicios en septiembre de 2014, cuando la UCO ya preparaba la 'Operación Púnica'.
Bello (izquierda) y Avendaño,
en graves problemas por razones distintas: el alcalde firmó el gran
contrato de Waiter y resucitó a Cofely. El segundo le votó para llegar a
la alcaldía, está imputado sin dimitir y es conocido por sus célebres
comidas con dinero público
Su defensa parece ser mirar para atrás y hacia arriba,
lo que hasta la fecha sólo ha servido para fracturar el grupo de
concejales, someter al PP a un tensión sin precedentes e, incluso,
encender las alarmas en el PP de Madrid. Sea porque el ex alcalde, Bartolomé González,
lo alimenta indignado por creer que su sucesor le quiere colgar el
mochuelo; sea porque en Génova alcanzan conclusiones inquietantes sin
ayuda. Lo cierto es que Bello ya ha sugerido, en privado pero sin ningún
desmentido, algo muy grave: que Cofely estaba recomendada... y que a pesar de todo él, como alcalde, tragó.En cualquiera de las opciones, lo único cierto es el resultado: Bello está en la diana y, aunque en esta historia nadie ha encontrado aún culpables por mucho que se dé porsupuesta la investigación de los contratos desde la UCO; menos se ha explicado todavía por qué ambas empresas aterrizaron en Alcalá para facturar millones de euros. Algo que no es delictivo en sí mismo pero que, en otros casos, iba de la mano de mordidas que aqui nadie ha demostrado. De momento, al menos.
Tampoco deja al alcalde en un espacio de tranquilidad la presencia de Waiter y algunos datos incontestables: no vinieron a Alcalá de su mano, es absolutamente cierto, pero sólo con él subieron como la espuma. En un sólo año, la firma pasó de estar excluida de las organización de las Ferias a ser beneficiaria del concruso que las reuniía todas en uno sólo contrato con un importe inédito de 425.000 euros, tal y como también desveló este periódico.
Pero si Bello vive al filo de la navaja, no se puede decir que sus rivales vivan un gran momento. PSOE e IU andan a la gresca, con la resaca de la moción de censura frustrada por la coalición y las zancadillas entre los líderes de ambos partidos, Javier Rodríguez y Pilar Fernández, cuya relación sólo es algo mejor que la de Bello con Bartolo. La líder de IU está a punto de consolidar sus opciones de ser candidata a la alcaldía en 2015 y el de los socialistas ya lo es, por tercera vez, pero eso no mejora sus disputas.
Pilar Fernández y Javier
Rodríguez se tiran los trastos a la cabeza tanto como lo hacen contra
Bello y se acusan recíprocamente de boicotear la Comisión de
Investigación, algo que tendría respuesta si unos y otros no vetaran la
presencia de políticos y técnicos del pasado
Al contrario, todo son reproches de envergadura máxima. Para IU, el PSOE están casi tan afectado por la 'Operación Púnica' como el PP; y para el PSOE, la coalición se dedica en Alcalá a proteger a los populares.
Por supuesto, ambos niegan las acusaciones respectivas, pero en el
tintero queda la duda de por qué unos y otros se niegan a que declare en
la Comisión de Investigación todos los políticos y técnicos que sean
menester: de esta legislatura y de cuantas otras sea necesario, pues a
nadie se le escapa que proyectos como el de la Plaza de Toros, epicentro
de Waiter, es de hace más de una década.En ese panorama de todos contra el PP, el PP contra el PSOE, IU contra el PP y el PSOE y el PSOE contra el PP e IU; quedan España 2000 y UPyD. El último ha perdido toda credibilidad al conocerse que su líder está imputado por calumnias, lastrado por el episodio de las comidas privadas con dinero público y, además, por disparar con metralleta: todo es corrupción y, con ese mensaje, sólo se ha ganado el desprecio privado de todos y público de casi todos.
Con este contexto, da la sensación de que la Comisión de Investigación va a ser un circo antes que un órgano para resolver sospechas. Claro que, en ese viaje, hay algo que lo puede cambiar todo: si es cierto que las pesquisas de la Guardia Civil, la Audiencia Nacional y la Fiscalia Anticorrupción prosiguen con discreción las pesquisas que generaron una ristra de detenciones en su primera fase, nadie puede descartar una segunda fase que afecte de plano a Alcalá: pocas otras ciudades suscribieron contratos tan jugosos con Cofely y Waiter y, broncas políticas aparte, ésa es la circunstancia que puede revolverlo todo. Más aún.
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Escrito por Juan Antonio Camargo*
PIDO LA PALABRA POR ALUSIONES
SIN MIEDO AL OPUS DEI
A rio revuelto¡ganancia de pescadores!
La Cofely, S:A:U:, la UTE Aguas de Alcalá, Encingolf-Desprosa-LICUAS, SACYR,etc...
La lista de empresas a las que le convendria la neutralización política de la edil de Izquierda Unida del Ayuntamiento de Alcalá de Henares y coordinadora comarcal de la coalición PCE-IU Pilar Fernandez Herrador es larga y esta formada por empresas muy poderosas del IBEX31.
Por su parte Pilar anda muy agobiada con un presunto caramelo envenenado* de su herencia, ó al menos eso es lo que va contando a quien quiera escucharla, pero sin que se entere su archienemiga política en Izquierda Unida y su "sister in law" Manuela Molina Gonzalez, presuntamente claro.
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