Philadelphia. El economista Jesús Fernández-Villaverde, profesor en la Universidad de Pennsylvania, pide un servicio de Uber. Asegura que el conductor fue "extremadamente amable". Lo opuesto, recuerda, con el mismo servicio de taxi en Madrid. El automóvil, en Estados Unidos, estaba limpio, nada que ver tampoco con los taxis americanos.
Y Fernández-Villaverde no pudo reprimir su curiosidad, como explica en el blog
Nada es Gratis. Uno de los conductores que contrató era un jubilado.
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