Alcalá de Henares, de la Operación Púnica a la la operación Condor pasando por Cigueñas de Alcalá de Raul del Pozo en El Mundo

ULISES

EL RUIDO DE LA CALLE

Cigüeñas de Alcalá

RAÚL DEL POZO

Actualizado: 18/03/2015 21:44 horas

A medida que se acerca el mayo madrileño, las elecciones toman la forma de motín; no de gallofa, con chulos, navajeros, gatos y barbianes, sino forma de movilización popular y democrática. A la juez Carmena le han dado el escobón y ha moderado el lenguaje, pero los agitadores de Ahora Madrid insisten en que hay que echar a la mafia de la Puerta del Sol y del Palacio de Cibeles. El poeta Luis García Montero, al oler el tigre y el oso de las cloacas, ha llegado a la conclusión de que una banda de mangantes ha llevado a Madrid a unos límites de corrupción insoportables. El descubrimiento del saqueo por los nuevos políticos-filósofos-poetas enciende unas elecciones tan apasionantes como una novela negra.
Se repitió en la corte española el saqueo romano de los noventa, cuando una pandilla de guindaleras se apoderó de aquel Estado. También aquí los jefes del pillaje eran los gobernantes. En la 'Púnica', que llegaba desde Sol a la 'Complutum', con 'barandas' o ediles de Parla, Torrejón, Collado Villalba, Serranillos, Móstoles y otras ciudades, se vendían hasta los santísimos sacramentos. Francisco Granados, al que ya le pusieron las pulseras, parece que trincaba 900.000 euros por cada colegio que edificaba, al estilo de los cuarteles de Roldán. Seguir leyendo>

AGRUPACIÓN DE ELECTORES

PARTIDO VERDE DE ALCALÁ DE HENARES

LA CIUDAD QUE YA NO QUEREMOS SER 

Escrito por Juan Antonio Camargo, ingeniero técnico civil, jefe de los servicios municipales del Consistorio Complutense y secretario general del Partido Verde de Alcalá de Henares 

No queremos ser la ciudad diseñada por y para los intereses de los insaciables especuladores y depredadores medioambientales como Félix Llorente Sanz, el vicepresidente de AEDHE y gerente de Bilbao Patrimonial WILCOX , de Rafael Garcia Poveda, El Fali y del periodista facha Antonio R. Naranjo, entre otros, en los acuerdos secretos para aprobar el PGOU de 2002, presuntamente claro.

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