16/12/2018
Lucia Bohorquez
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Amenazas a testigos, fiestas privadas para policías, manifestaciones contra un juez y un fiscal, seguimientos nocturnos, peleas intestinas entre grupos de la Policía Nacional, pinchazos telefónicos, palizas en la cárcel, denuncias cruzadas, armas, negocios millonarios y un juez apartado. La lista de elementos podría seguir engordando con conceptos más propios de una novela de Don Winslow que de una investigación judicial como la abierta hace cuatro años en el Juzgado de Instrucción número 12 de Palma. Esta semana ha sumado un nuevo escándalo con la insólita orden judicial de confiscar, para averiguar el origen de una filtración, los teléfonos móviles, ordenadores y archivos de dos periodistas deDiario de Mallorca y la agencia Europa Press que dieron cuenta de un informe policial incluido en la causa. Seguir leyendo>>
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