14/03/2021 José Luis de Haro Jorge Valero |
El PIB americano recuperará los niveles de 2019 y firma una rápida recuperación.
Cuando se cumple un año de la pandemia de la COVID-19, el mismo virus ha generado respuestas sin precedentes a la par que dispares a ambos lados del Atlántico. Si bien es cierto que la idiosincrasia y el tejido productivo de la economía estadounidense y la europea difiere, a Washington no le ha temblado la mano a la hora de activar el mayor desembolso público desde la II Guerra Mundial, que asciende ya al 32% del PIB, según las últimas estimaciones, lo que supone duplicar la inyección fiscal europea, de dos billones de euros en este capítulo. En ambos casos, estadounidense y europeo, existen inyecciones monetarias y/o garantías adicionales al desembolso para apuntalar la demanda.
Tanto la Casa Blanca como los legisladores han recetado un gasto de más de 4,5 billones de euros que no solo ataja la crisis sanitaria, sino que afianza que el consumo garantice la recuperación más rápida desde finales de la década de 1950. En Europa, si bien las ayudas sientan un hito histórico a nivel comunitario, la falta de tino a la hora de anticipar contratiempos, como observamos actualmente con el suministro y distribución de las vacunas, vuelve a dejar a la economía a la cola de la recuperación entre los países avanzados.
En Estados Unidos, la batalla contra el enemigo invisible que ha infectado a más de 29 millones de personas ha instigado lo que múltiples expertos califican de economía de guerra. Y no es para menos: la pandemia se ha cobrado ya 529.469 víctimas en el país, más que todas las muertes estadounidenses en la II Guerra Mundial.
El estímulo fiscal de Washington llega a los 4,5 billones de euros frente a los 2 billones de la UE
Del lado fiscal, el flotador supera ya los 5,6 billones de dólares (unos 4,5 billones de euros), alrededor del 32% del PIB si incluimos el Plan de Recuperación Americana que rubricó este jueves el presidente de EEUU, Joe Biden, según datos de Bank of America. Esta cifra es casi cuatro veces mayor a la aplicada en respuesta a la crisis financiera de 2008 y dobla la inyección actual de la UE. No obstante, las comparaciones concretas son complicadas dado que el estado de bienestar europeo ha servido como amortiguador del gasto.
Esto explica la composición de los tres grandes paquetes de alivio estadounidenses en el último año. El primero, la Ley de Ayuda, Socorro y Seguridad Económica contra el Coronavirus (Cares), con 2,2 billones de dólares (unos 1,8 billones de euros), cimentó la base de las partidas que básicamente emularon tanto la Ley de Asignaciones Consolidadas aprobada en diciembre (900.000 millones de dólares, 750.000 millones de euros) y la Ley de Recuperación Americana de Biden (1,9 billones de dólares, 1,5 billones de euros). Seguir leyendo>>
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