7/1/2019 Silvia Ayuso |
François Devaux está nervioso. Y contento. Pero sobre todo nervioso. ¿O contento? Todo a la vez, confiesa. Al fin y al cabo, este hombre de 39 años que a los 11 fue víctima de los abusos sexuales de un cura y que hoy es uno de los principales responsables de que en Francia el problema de la pederastia en la Iglesia haya dejado de ser un tabú, está a punto de llegar a la meta. Pase lo que pase durante el juicio que comienza este lunes en Lyon contra el cardenal Philippe Barbarin, el responsable más alto de la jerarquía eclesiástica gala acusado de silenciar casos de curas pederastas, Devaux siente que ya ha ganado la batalla principal: que la sociedad, y la propia Iglesia, cambien de actitud sobre un problema muy presente pero callado durante décadas.
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