Esto no es normal.
“En todo el mundo, gobernar se está haciendo más difícil y, en muchos casos, imposible”.
"Estas protestas no tienen líderes obvios, ni jerarquías claras, y la organización, coordinación y movilización de quienes participan en ellas dependen de las redes sociales"
¿Qué tienen en común España, Italia, Israel y el Reino Unido? La incapacidad de formar gobiernos estables y capaces de gobernar. Y no son solo estos cuatro países, los cuales, después de todo, cuentan con regímenes en los que aún se respetan la división de poderes y los límites al poder del Ejecutivo. Como sabemos, sobran los países donde la disfuncionalidad política es mucho más grave.
En todo el mundo, gobernar se está haciendo más difícil y, en muchos casos, imposible. Estamos viendo cómo las elecciones ya no actúan como ancla que estabiliza la política y hace posible que el gobierno gobierne. Más bien, elecciones y referendos ahora revelan la profunda polarización del electorado, trancan el juego político y hacen imposible la toma de decisiones. Así, los resultados electorales formalizan y cuantifican la profunda fisura de la sociedad y, en algunos casos, contribuyen a dificultar la convivencia civilizada entre las facciones. ¿Qué respuesta se le está dando a este problema? Convocar nuevas elecciones. Seguir leyendo>>
“En todo el mundo, gobernar se está haciendo más difícil y, en muchos casos, imposible”.
"Estas protestas no tienen líderes obvios, ni jerarquías claras, y la organización, coordinación y movilización de quienes participan en ellas dependen de las redes sociales"
¿Qué tienen en común España, Italia, Israel y el Reino Unido? La incapacidad de formar gobiernos estables y capaces de gobernar. Y no son solo estos cuatro países, los cuales, después de todo, cuentan con regímenes en los que aún se respetan la división de poderes y los límites al poder del Ejecutivo. Como sabemos, sobran los países donde la disfuncionalidad política es mucho más grave.
En todo el mundo, gobernar se está haciendo más difícil y, en muchos casos, imposible. Estamos viendo cómo las elecciones ya no actúan como ancla que estabiliza la política y hace posible que el gobierno gobierne. Más bien, elecciones y referendos ahora revelan la profunda polarización del electorado, trancan el juego político y hacen imposible la toma de decisiones. Así, los resultados electorales formalizan y cuantifican la profunda fisura de la sociedad y, en algunos casos, contribuyen a dificultar la convivencia civilizada entre las facciones. ¿Qué respuesta se le está dando a este problema? Convocar nuevas elecciones. Seguir leyendo>>
No hay comentarios:
Publicar un comentario