Decenas de miles de manifestantes formaron parte de la ‘Marcha por la Justicia’ a lo largo y ancho del país.
Brittany Higgins sostiene que fue agredida sexualmente dentro de una oficina ministerial en el Parlamento.Su caso ha animado a otras mujeres a denunciar la cultura de “masculinidad tóxica” que impera en las instituciones públicas.
Decenas de miles de personas han dicho basta en Australia. Con la pandemia bajo control, la escala de prioridades es distinta a la de otros países y en este momento las luchas por la igualdad de género, contra los agresores sexuales y para eliminar la cultura machista de las instituciones públicas ocupan el epicentro de las preocupaciones de buena parte de la sociedad. Durante la jornada del lunes, las principales ciudades australianas se llenaron de manifestantes que salieron a las calles en la ‘Marcha por la Justicia’ organizada por grupos de feministas indignadas. Sídney, Melbourne, Adelaida y Camberra registraron las protestas más multitudinarias y fue precisamente la capital federal la que ocupó gran parte de la atención: frente al Parlamento habló Brittany Higgins, la mujer que en febrero confesó que fue violada por un compañero del Partido Liberal - en el poder - dentro de la cámara legislativa.
“Estamos todos aquí, no porque queramos, sino porque tenemos que estar aquí”, afirmó en su discurso frente a miles de personas. “Reconocemos fundamentalmente que el sistema está roto, que el techo de cristal sigue vigente y que hay fallos importantes en las estructuras de poder dentro de nuestra institución”. Seguir leyendo>>
No hay comentarios:
Publicar un comentario