12/04/2021 |
Emitir en 'prime time' una entrevista a un negacionista puede tener un efecto nocivo en la población.
Más de 2,7 millones de personas vieron este domingo a Miguel Bosé enorgullecerse de ser negacionista. La entrevista que le hizo Jordi Évole al cantante en Lo de Évole batió récord de audiencias, y esa fue sólo la primera entrega, que se completará con la emisión del próximo domingo.
Precisamente será la próxima semana cuando Bosé dé sus ‘argumentos’ para explicar su negacionismo, ya que este domingo sólo dio unas pinceladas (no cree en las mascarillas, no usa gel hidroalcohólico y está convencido de que su madre no murió de coronavirus). Évole reconoció que es su segunda entrevista más polémica después de la que le hizo al presidente venezolano Nicolás Maduro. Quienes estudian el virus y los movimientos negacionistas entienden la crítica de una parte de la sociedad a que se dé altavoz a este tipo de posturas en horario de máxima audiencia.
Todo ello, recordemos, cuando en España han muerto 76.525 personas por covid hasta este lunes, y hay 10.246 que todavía permanecen hospitalizadas.
Estas entrevistas “tienen un impacto negativo”
Es difícil definir qué enfoque tendrían que adoptar los medios de comunicación y la sociedad en general frente a posturas tan abiertamente negacionistas, pero los expertos consultados coinciden en lo no se debería hacer, como por ejemplo darles un altavoz tan potente, dejar argumentos sin rebatir o poner a la misma altura ciencia y pseudociencia.
Para Guillermo Fouce, doctor en Psicología social y presidente de Psicólogos Sin Fronteras, entrevistas como la de este domingo a Miguel Bosé “tienen un impacto negativo” por lo que en psicología se conoce como “efecto halo”. “Tendemos a asociar que quien es famoso o es bueno en una cosa es bueno en otras. Por eso la publicidad suele utilizar a personajes conocidos, famosos, guapos para vender sus productos”, explica.
Tendemos a asociar que quien es bueno en una cosa es bueno en otras. Por eso la publicidad utiliza a personajes famosos o guapos para vender sus productos
Fouce compara los movimientos negacionistas con sectas, que siempre intentan “buscar patrocinadores que sean personajes públicos”. Quizás la más exitosa es la cienciología, que con ‘embajadores’ como el actor Tom Cruise ha logrado “proyectarse” y promocionarse muy bien.
“Por supuesto, esto capta adeptos”, sostiene Fouce. “A la gente le llega el mensaje de que si una persona ‘modelo’ tiene estas ideas, igual es porque algo de razón tiene”, señala.
Pese a la evidencia científica, posturas como la de Miguel Bosé existen y, aunque se desconoce exactamente la magnitud de estos movimientos en España, la pandemia ha sido un caldo de cultivo perfecto para hacer aflorar estas teorías. Los expertos, en todo caso, distinguen entre personas escépticas que dudan y personas directamente negacionistas (como Bosé).
Una cosa es tener dudas y otra, estar en una trinchera
Tener dudas —con respecto a la vacuna o a las medidas anticovid— es “mucho más frecuente que tener una postura casi caricaturizada como la de Miguel Bosé”, apunta Javier Padilla, médico de familia. Como lo primero es más habitual, “es ahí donde debería centrarse el discurso”, opina, en “resolver las dudas” de la gente de a pie.
“Miguel Bosé se sitúa en un extremo del espectro, pero habrá otras personas que digan: ‘Hombre, claro que existe el virus, pero en realidad no es tan grave’ o ‘Bueno, la gente joven tampoco hace falta que se proteja tanto’... En ese eje se mueven posturas muy variadas, y es sobre los grises sobre los que hay que intentar actuar”, defiende Padilla. Con pedagogía.
Siempre que surge un virus o una situación nueva, es normal, y hasta cierto punto deseable, que se generen dudas
El ejemplo de la reticencia vacunal es bastante revelador. Según el último barómetro del CIS, publicado el pasado 16 de marzo, un 82,5% de los españoles está dispuesto a recibir la vacuna frente al covid. Hace sólo tres meses, en la encuesta de diciembre, el 55% de la gente respondió que no se pondría inmediatamente la vacuna, que prefería esperar.
“Hemos visto cómo las prácticas reales han cambiado la perspectiva de la gente, porque en general los ciudadanos no están atrincherados en su opinión, salvo un reducto muy pequeño”, afirma Padilla.
Aunque me sentara un día entero con Miguel Bosé a explicarle lo que sé sobre el virus, no creo que lo convenciera
Salvador Macip, doctor en Medicina y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), coincide con su colega. “Siempre que surge un virus o una situación nueva, es normal, y hasta cierto punto deseable, que se generen dudas”, afirma. Pero una cosa son las dudas y otra, “enrocarse en una idea y no querer escuchar ningún dato que lo contradiga”.
“Llega un punto en el que, por mucho esfuerzo que le pongas, si chocas contra un muro de rigidez, no vas a hacer nada”, ilustra Macip. “Aunque me sentara un día entero con Miguel Bosé a explicarle lo que sé sobre el virus, no creo que lo convenciera”, dice. Es con este tipo de posturas con las que hay que poner “filtros”, sostiene. De lo contrario, “es un peligro para ellos y para toda la población”, advierte Macip.
‘Enfrentar’ a Bosé con un científico tampoco sería la panacea
En opinión de los expertos, no se debería dejar que un personaje como Bosé soltara teorías negacionistas “sin más”, haciendo creer a los televidentes que la suya es una “verdad absoluta”. No obstante, la alternativa tampoco sería ‘enfrentarlo’ con un científico que rebata sus posturas.
“Los medios no pueden poner a la misma altura ciencia y pseudociencia”, señala Salvador Macip. “Un debate entre un terraplanista y un científico no es un debate, es absurdo”, advierte. Para Macip, “hay cosas que no son discutibles, son falacias”. “Aquí o se trata de tener diferentes puntos de vista; es que hay uno que es correcto y otro que no”, zanja.
No se puede poner la pseudociencia, la pseudoterapia y las sectas al mismo nivel que la ciencia o que la realidad
Guillermo Fouce coincide con Macip, y reconoce la “trampa” a la que se enfrentan los medios: “Aunque no atiendas a estas voces [negacionistas], van a estar presentes en sus propios medios, foros y webs, captando a personas que se sienten inseguras. Pero si no das información veraz para contrastarlas, la gente puede caer en esas redes, porque se le está dando altavoz a algo que no debería tenerlo”. En su opinión, habría que contrastar estas posturas con “información veraz al instante”. Pero, de nuevo, “no se puede poner la pseudociencia, la pseudoterapia y las sectas al mismo nivel que la ciencia o que la realidad”, defiende Fouce.
El psicólogo se confiesa “preocupado” por “el tratamiento mediático que se está dando” a posturas como la de Bosé. “No se puede poner al mismo nivel el espectáculo que la ciencia. Es un terreno muy peligroso, y se puede hacer mucho daño”, sostiene Fouce. “No le puedes decir a un enfermo de cáncer que abandone su tratamiento para que tome lejía. Esto no es libertad de expresión”.
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