Nada ha trascendido de las citas, que se habrían hecho sin conocimiento de la Consejería de Interior catalana.
Ayer, 17 de agosto, se cumplieron cuatro años del atentado islamista en Las Ramblas de Barcelona y por la mañana se realizó el acto oficial con la asistencia de las autoridades. El Mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, no estuvo presente. Hace cuatro años fue noticia en aquellos días porque fue ensalzado por el independentismo como ejemplo de la dirección de la policía.
El balance del atentado fue de 16 muertos y más de cien heridos porque en su fuga el terrorista asesinó a un joven que estaba aparcando su coche y porque otro grupo formado por cinco terroristas fue abatido por los Mossos d’Esquadra en Cambrils después de arrollar a un grupo de personas y apuñalar a otras. Trapero era todo un referente, pero todo cambió cuando fue absuelto por la Audiencia Nacional de las acusaciones de rebelión.
El Mayor fue restituido como máximo responsable de la policía catalana, pero con el nuevo Govern las relaciones no son precisamente las mejores. Mientras, el independentismo lo critica con dureza por el papel de los Mossos en las manifestaciones contra la sentencia al rapero Pablo Hasel y por su papel institucional porque el jefe de la policía catalana asistió a la visita del Rey Felipe VI a la fábrica SEAT y porque también estuvo presente durante la visita del Monarca a las Jornadas del Círculo de Economía, así como en la toma de posesión del nuevo general de la Guardia Civil en Cataluña.
Coincidiendo con el aniversario de los atentados, Trapero vuelve a ser noticia y noticia con polémica. Según ha podido saber LA RAZÓN de fuentes muy bien informadas, el Mayor estuvo el pasado día 15 en Madrid. Estas mismas fuentes apuntan que el máximo responsable de la policía catalana mantuvo reuniones en el Tribunal Supremo, en la Audiencia Nacional y en el Palacio de la Zarzuela. De esas reuniones nada se sabe. Estas mismas fuentes aseguran que la visita se hizo sin conocimiento de la Consejería de Interior, pero este extremo no ha podido ser confirmado por este periódico en el departamento que dirige Joan Ignasi Elena.
Fuentes del sector independentista se preguntan qué hace el máximo responsable de la policía catalana en Madrid manteniendo estas reuniones. Sin duda, el interrogante aumenta si estas reuniones se han realizado sin el conocimiento del consejero y del director de la Policía.
Tras su toma de posesión, el conseller Joan Ignasi Elena ha tratado de contemporizar con los mandos de la policía y la reestructuración del cuerpo se ha realizado sin estridencias ni polémicas. Sin lugar a dudas, la noticia de la visita del Mayor Trapero una vez sea conocida la información que hoy publica LA RAZÓN destapará esta polémica porque la visita al Tribunal Supremo y a la Audiencia Nacional supone un encuentro con los tribunales que han condenado a los dirigentes independentistas y que han seguido las causas abiertas contra decenas de cargos y, sobre todo, por la visita de Trapero a la Zarzuela, que no deja de ser sorprendente. O sea, será catalogada por el independentismo como una afrenta más del Mayor, que ya se apresta a recordar que los gastos de su juicio corrieron a cargo del Govern anterior y ascendieron a casi 90.000 euros.
Recordemos que la Consejería de Interior amagó con no costear la defensa de Josep Lluís Trapero y de la intendente Teresa Laplana en el juicio por sedición que ambos afrontaron en la Audiencia Nacional. El departamento acabó abonando los honorarios pactados con la abogada Olga Tubau, pero mantuvo la demora durante un año y la rectificación se produjo cuando el juicio contra los dos policías ya había comenzado.
Tras ser absuelto por la Audiencia Nacional y repuesto en su cargo, el Mayor acudió el pasado mes de junio al Ministerio del Interior en Madrid a una cumbre a la que asistieron los principales mandos de Guardia civil y Policía, y de los Mossos d’ Esquadra por la Generalitat de Cataluña. Ya estuvo en la Comunidad de Madrid para asistir al acto, en Valdemoro, de destrucción de armas que se incautaron a bandas terroristas, pero en este caso se trató de una reunión operativa.
El 21 de octubre de 2020, la Audiencia Nacional notificó la sentencia absolutoria para el entonces ex mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluis Trapero, del delito de sedición por el que la Fiscalía pedía condenarle con 10 años de prisión. Como alternativa, el Ministerio Público también planteó a la Sección Primera de la Sala de lo Penal que se condenara al jefe de la policía catalana por el papel de los Mossos en el proceso independentista, tanto los días 20 y 21 de septiembre de 2017 –cuando tuvo lugar el asedio a la comitiva que registró la Consejería de Economía catalana– como en la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre. Los magistrados decidieron finalmente no condenar por ninguno de los dos delitos. También quedaron absueltos el ex director de los Mossos, Pere Soler, el ex secretario general de la Consejería de Interior, César Puig, y la intendente Teresa Laplana.
El juicio contra la cúpula de los Mossos d’Esquadra, al que se llegó a denominar el segundo juicio del «procés», arrancó en enero de 2020 con Trapero, Puig y Soler acusados por un delito de rebelión aunque el Tribunal Supremo ya había condenado a los líderes políticos del «procés» por sedición, malversación y desobediencia. Trapero no solo negó que estuviera alineado con el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el resto de miembros de su Gobierno, sino que afirmó que tenía un plan preparado para detener al ex presidente catalán en caso de que se le hubiera pedido.
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