03/10/2021 Juan Pedro Quiñonero |
Según Jean-Marc Sauvé, presidente de la Comisión independiente sobre los abusos sexuales en la Iglesia (CIASE), entre 2.900 y 3.200 sacerdotes franceses abusaron de unos 10.000 niños entre 1950 y 2020.
Esa primera conclusión es el fruto de más de dos años de trabajo de una Comisión creada por decisión de la Conferencia episcopal francesa, reunida en Lourdes el 7 de noviembre del 2018, cuando la jerarquía eclesiástica decidió investigar, estudiar y dar a conocer la historia y evolución de la pedofilia eclesiástica.
La CIASE y la Conferencia episcopal publicarán el martes las conclusiones de la investigación dirigida por Jean-Marc Sauvé y una veintena de personalidades de reconocido prestigio.
Según varias fuentes de la CIASE que prefieren guardar el anonimato, el informe de más de 2.500 páginas tendrá el efecto de una «bomba».
A título personal, sin prejuzgar la presentación oficial del informe encargado por la Conferencia episcopal, hace dos años, Jean-Marc Sauvé, presidente de la CIASE, vicepresidente honorario del Consejo de Estado, ha hecho algunas revelaciones básicas: «Entre 1950 y 2020, en Francia hubo entre 2.900 y 3.200 sacerdotes pedocriminales. Se trata de una estimación mínima, fruto del estudio detallado de los archivos de la Iglesia, la justicia, la policía judicial y la prensa. La jerarquía eclesiástica ha facilitado nuestra investigación».
Durante el último medio siglo, en Francia había unos 115.000 sacerdotes y religiosos. Entre 2.900 y 3.200 abusaron de más de 10.000 víctimas «cómo mínimo».
Apoyo de la jerarquía eclesiástica
Contando con el apoyo tácito de la jerarquía eclesiástica, la comisión presidida por Jean-Marc Sauvé puso en marcha un método de trabajo simple y directo: llamamientos a la «confesión» y «revelación» de casos de pedofilia. La Comisión recibió más de 6.500 llamadas y procedió a la audición de más de 250 víctimas.
La CIASE completará su investigación con un estudio que intenta descubrir los mecanismos de la pedofilia en el seno de la iglesia francesa, comparándolos con el fenómeno de la pedofilia en la escuela, la familia y las asociaciones deportivas.
El informe de la Comisión termina con 45 proposiciones concretas para intentar combatir la pedofilia, comenzando por la escucha de las víctimas, la prevención, la formación de los sacerdotes y religiosos, el derecho canónico y la «transformación» de la gestión de esta tragedia en el seno de la jerarquía eclesiástica.
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