sábado, 16 de octubre de 2021

Italia supera con éxito el primer día de pasaporte covid en el trabajo.

15/10/2021
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Pese a los paros en los puertos de Trieste y de Génova, los contrarios a la obligatoriedad de este certificado no logran bloquear el país.
Ya he reservado las pruebas en la farmacia. Me va a tocar hacerme dos o tres cada semana. Esperemos que caiga cuanto antes este Gobierno y nos dejen tranquilos de una vez o que quiten la obligatoriedad a finales de año, cuando termine el estado de emergencia». A Pietro, padre de familia y funcionario de un ministerio en Roma, no le gusta que le llamen antivacunas. Él asegura que solo está en contra del suero contra el coronavirus, porque «no está suficientemente probado y no sabemos qué efectos puede tener en nuestro cuerpo dentro de unos años».

Sin querer entrar en razones científicas, Pietro se presenta como «una víctima» más de la obligación que desde este viernes tienen todos los trabajadores en Italia de presentar el pasaporte covid en sus empleos. Si no lo hacen corren el riesgo de ser multados con entre 600 y 1.500 euros y quedar suspendidos de sueldo.

El primer día en que entró en vigor esta medida, lanzada por el Ejecutivo de Mario Draghi para impulsar la campaña de vacunación, transcurrió con relativa calma. Pese a las amenazas de los grupos contrarios a este certificado de que iban a parar el país, la jornada transcurrió sin grandes incidentes más allá de los bloqueos en los accesos a los puertos de Trieste y de Génova, organizados por grupos de estibadores que montaron piquetes, y de una concentración de protesta en el Circo Massimo de Roma. Esta manifestación, en la que participaron varios cientos de personas que no llevaban mascarilla ni tampoco respetaron la distancia de seguridad, fue totalmente pacífica, a diferencia de la que tuvo lugar el pasado sábado y que acabó con la devastación de la sede de la CGIL, el principal sindicato del país.

En la concentración del Circo Massimo incluso un grupo de mujeres regaló flores a los agentes de Policía que vigilaban para que no se repitieran los incidentes violentos del pasado sábado. «Es un gesto simbólico de paz», comentaron las manifestantes mientras entregaban las rosas a los miembros de las fuerzas de seguridad. Desde el palco, el convocante de la protesta, un abogado llamado Edoardo Polacco que se ha convertido en una figura de referencia para los contrarios al pasaporte covid, no paraba de repetir: «¡Nosotros somos el pueblo, nosotros somos la democracia!» También aseguró que el verdadero pase verde, como se conoce en el país este certificado, es «la Constitución, cuyo artículo primero dice que Italia es una República basada en el trabajo».

Pese al ruido de las protestas, la mayoría de los italianos se ha vacunado con alivio y no ve problema en que se solicite en pasaporte covid para trabajar, ir al cine, subir a un avión o sentarse a cenar en el interior de un restaurante. Más del 80% de los ciudadanos mayores de 12 años ya ha completado la pauta de vacunación. Este porcentaje está destinado a crecer porque, en las últimas semanas, se han incrementado un 40% las reservas para recibir la inyección y poder así cumplir con la obligación de presentar el certificado en el puesto de trabajo.

«Yo puedo entender que haya personas que tengan miedo de vacunarse, pero quien piensa así tienes dos opciones: o se aísla de la sociedad o se hace una prueba cada dos días para estar seguro de que no contagia a nadie. Pero por supuesto, el test se lo paga ella», opina Alessandro.

Este autónomo de unos 40 años rechaza plenamente la pretensión de algunos colectivos contrarios al pasaporte covid de que sea el Estado o las empresas para las que trabajan las que se hagan cargo del coste de las pruebas para detectar el patógeno. Éstas permiten obtener el ansiado pase verde durante 48 horas. Aunque hay farmacias que ofrecen paquetes de descuento, los test salen por 15 euros cada uno, por lo que para tener el certificado durante todos los días laborables hay que desembolsar al menos unos 150 euros al mes. El Gobierno de Draghi se niega a que las pruebas sean gratuitas por el desincentivo que sería para la campaña de vacunación, además del gasto que supondría para las arcas públicas.

Aunque su partido forma parte de la coalición que sostiene al Ejecutivo, Matteo Salvini, líder de la Liga, tampoco está de acuerdo con la exigencia a todos los trabajadores del pasaporte covid, que además de con las citadas pruebas, se obtiene al completar la pauta de vacunación o superar la enfermedad en los últimos seis meses.

Pero, por desgracia, el certificado obligatorio para poder ir a trabajar es solo italiano. Así que o se está equivocando todo el mundo o estamos exagerando nosotros», comentó Salvini, que se encuentra cada vez más incómodo en la coalición gubernamental. El líder de la Liga espera que dentro de un mes o, como mucho, a finales de año, «esté archivada» la exigencia del pasaporte covid, pues «excluir del mundo del trabajo a millones de italianos no creo que sea correcto».

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