jueves, 2 de diciembre de 2021

Alemania acorrala a los no vacunados: "La situación es más grave que nunca".

02/12/2021
Úrsula
Moreno
EL PRIMER DESAFÍO DE SCHOLZ.
Angela Merkel y su sucesor en la cancillería, Olaf Scholz, han acordado nuevas medidas para tratar de frenar la escalada de casos en Alemania. No llegan al 70% de vacunación.
En una zapatería berlinesa del barrio de Kreuzberg, dicen tener que acostumbrarse a pedir el certificado de vacunación y el carné de identidad a todo el que entra por la puerta. “Menos mal que somos dos”, explican Heike y Sabine. “Aunque hasta el momento no hay nadie que se haya enfadado por ello y lo importante es que no tengamos que cerrar”, añaden. Esta es la situación ahora mismo en los comercios considerados “no esenciales” en el 'Land' de Berlín. Los no vacunados solo pueden acceder a supermercados, droguerías o librerías. Desde este jueves tampoco podrán entrar en cines, teatros o restaurantes en toda Alemania, ni reunirse con más de dos personas de otra burbuja familiar, según acordaron Gobierno central y poderes regionales en una reunión de urgencia. Además, ya hay un plan en marcha para que la vacuna sea obligatoria a partir de febrero.

Así quiere romper Alemania la cuarta ola que tiene al país atenazado desde hace semanas. La incidencia rompe récords diarios. Aunque los más de 400 fallecidos diarios no superan todavía los picos de más de 1.000 del pasado invierno, “la situación es más grave que nunca”, explicaba el ministro de Sanidad en funciones, Jens Spahn. El problema no es tanto el alto número de contagios (más de 70.000 diarios), como la presión hospitalaria. “El margen de maniobra es cada vez menor”, explicaba Gernot Marx, el presidente de la Asociación Alemana de Cuidados Intensivos en una entrevista con la cadena pública ZDF este miércoles. “Antes de Navidad contamos con el mayor pico” y añadía que tendrán que “atender a unos 6.000 pacientes, a lo que se suma la variante ómicron”.

Lo que no contaba Marx es que las ucis alemanas disponen de 4.000 camas menos que hace un año. Jens Holst, profesor de Salud Global de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Fulda, explica en conversación con El Confidencial por qué ve también cierta “hipocresía” por parte de los hospitales en este grito de alarma, “cuando en parte son responsables de la falta de capacidades”. Es un hecho que muchos profesionales del sector sanitario han cambiado de profesión durante el último año porque las condiciones laborales no han dejado de empeorar. De poco servirá ahora la promesa del Gobierno entrante de desbloquear 1.000 millones de euros en bonos para el personal sanitario. A esto se suma una campaña de vacunación muy lejos de cumplir con las expectativas, el talento organizador del que presumen los alemanes y la visión aún más idealizada que se tiene de Alemania en el extranjero. Un país con un sistema descentralizado, en el que cada estado montó y desmontó los centros de vacunación cuando le vino en gana y en el que conseguir una cita para vacunarse puede convertirse en una verdadera tortura para quien no maneje las herramientas digitales. María Mendoza confiesa no saber dónde conseguir la vacuna de refuerzo. “Mi médica de cabecera ya no la pone porque implica demasiada burocracia para su consulta”. A esta mujer de 67 años y con un cuadro asmático, no le queda otra que colocarse en las colas de lugares en donde se administra la vacuna sin cita. Colas que han aumentado de forma drástica al ritmo que llegaban las imágenes de pacientes con la covid-19 en los hospitales. Seguir leyendo>>

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