domingo, 6 de noviembre de 2022

Italia y Malta convierten el Mediterráneo en un callejón sin salida para mil personas migrantes.

06/11/2022
Sarah Babik
La apuesta del nuevo gobierno italiano por la política de puertos cerrados aboca de nuevo a los barcos de rescate humanitario a navegar durante días sin poder desembarcar a personas exhaustas y traumatizadas tras arriesgar la vida en el Mediterráneo.
Es viernes 4 de noviembre, el temporal arrecia en el Mediterráneo Central y Vicent Aleixandre, integrante del grupo de suport l'Aurora, describe desde la vertiente occidental del mar, un panorama preocupante. “Hasta ayer 3 de noviembre había tres barcos con personas rescatadas, ahora tenemos cuatro con 179 personas en un barco, 234 en otro, 572 en otro y 95 en otro. Tanto Malta como Italia no están dando respuesta a las embarcaciones”. Se tratan del Humanity One, de la ONG SOS Humanity, de bandera alemana, el Ocean Viking, de Sos Mediterranée y de pabellón noruego, y el Geo Barents, de Médicos sin Fronteras, que actúa en alianza con la federación internacional de la cruz roja y la media Luna Roja (FICR), a los que el jueves se sumó una embarcación de la ONG alemana Mision Lifeline.

Aleixandre, cuyo colectivo da apoyo a los barcos de rescate que operan en el Mediterráneo central, y que está presente en los puertos de Borriana, Vinaroz, Puerto de Sagunto o Benicarló reformula, en realidad sí hay respuesta por parte de Italia: “su respuesta es que desembarquen a la gente en el país de pabellón de cada bandera”, explica, algo que vulnera la ley internacional, que obliga a desembarcar a las personas rescatadas en el puerto seguro más cercano. Seguir leyendo>>

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