La mafia de Roberto Saviano en la Ciudad de Alcalá de Henares, Patrimonio de la Humanidad, de la Comunidad de Madrid y del Reino de España
LA LINEA EDITORIAL DE DIARIO DE ALCALÁ DURANTE LA SEMANA SANTA ALCALAINA PARECE SUGERIR QUE TRAS SU AGOTADO PROYECTO EMPRESARIAL Y SU INTENTO FRUSTRADO DE PROVOCAR MI MUERTE SOCIAL, MIRA AHORA EN LA DIRECCION DEL DIARIO LA RAZON PARA CONVERTIRSE EN EL "OBSERVATORE ROMANO" DEL CORREDOR DEL HENARES CON EL OBJETO DE MANTENER SU CUOTA DE PARTICIPACION EN LOS PRESUPUESTOS MUNICIPALES SIN LA CUAL EL PAGO DE LAS NOMINAS DE SUS REDACTORES Y DE LAS FACTURAS DE SUS COLABORADORES Y PROVEEDORES RESULTA SER UNA MISION IMPOSIBLE.
TERMINO ESTA ENTRADA CON UNA SINOPSIS DEL LIBRO LO CONTRARIO DE LA MUERTE:
"Lo contrario de la muerte de Roberto Saviano:A partir del éxito que supuso la publicación de Gomorra, Roberto Saviano se vio obligado a vivir con protección. Así, desde octubre de 2006, ha tenido que vivir oculto y acompañado siempre por varios guardaespaldas, cambiando frecuentemente de lugar de residencia y sin poder disfrutar de la libertad. Sin embargo, su conciencia de escritor se mantiene, y buena prueba de ello son estos dos textos que publicó en 2008 en Italia. En ellos, habla de lo que mejor conoce, el sur de Italia y en concreto Nápoles y sus habitantes. El primero, “El anillo”, sobre el asesinato de dos inocentes en Nápoles, es una reflexión sobre cómo desde fuera se condena a la gente de Nápoles, de modo que hasta las víctimas son vistas como culpables. En el segundo, “Lo contrario de la muerte”, la historia de una joven viuda de guerra, muestra una sociedad en que el ejército es una de las pocas salidas posibles, y donde “la última guerra” no es la segunda guerra mundial sino el conflicto más reciente donde ha ido una misión de paz italiana.
Dos joyas que defienden el poder de la palabra y el deber de los escritores de seguir contando, y que permiten que la voz de Saviano se siga oyendo pese a quien pese".
“Es imposible combatir las mafias en el mundo sin que España decida derrotarlas”
El escritor Roberto Saviano, en una entrevista a EL PAÍS, critica al nuevo Ejecutivo por “no haber explicado aún su propuesta” para vencer a la criminalidad organizada
Para ganar una partida de ajedrez, todas las piezas son relevantes.
Más aún si a un lado de la mesa se sienta la legalidad y al otro las
mafias. Pero para el jaque mate a la criminalidad organizada, Roberto
Saviano cree que España no es un peón, sino una reina. “Siempre he
creído que era imposible combatir a las mafias por el mundo y sobre todo
en Europa sin que Madrid decida derrotarlas”, aseguraba ayer el
escritor italiano en Barcelona, donde presentaba su último libro, Vente conmigo (Anagrama).
La obra está inspirada en un programa que el propio escritor presentó en la televisión italiana hace meses. Más antiguo, en cambio, es un reportaje que se emitió en Italia y en el que un periodista preguntaba a los adolescentes recién salidos de un instituto de Nápoles qué opinaban de Saviano. “Podría haberse callado, por su culpa ahora hay más controles de la policía y nos obligan a llevar el casco cuando vamos en moto”, contestaba uno. La culpa del escritor y periodista italiano fue publicar en 2006 Gomorra, un libro que vendió millones de copias en todo el mundo y en el que Saviano desmenuzaba la Camorra napolitana y sus escándalos, sin miedo a ponerles nombres y apellidos.
Desde entonces, más que una espada de Damocles, el escritor tiene las bastante más peligrosas pistolas de los camorristas apuntando a su cabeza. E Italia se ha dividido entre una minoría, desde aquel chico hasta ministros del último Gobierno de Silvio Berlusconi, que considera que ha pintado un cuadro de Italia que no existe y ha mentido y una aplastante mayoría que lo apoya y exalta su valor. La segunda opción es la más escogida en el extranjero, donde el autor no da abasto entre premios e invitaciones a festivales. Como ayer, en Barcelona, donde el escritor aprovechó para hablar, como acostumbra, de mafia y literatura.
Este joven, que lleva una vida bajo escolta cambiando de casa cada dos por tres y cultivando la utopía de “una cerveza con los amigos”, ha envejecido mucho más allá de sus 31 años. Aun así, sigue en el campo de batalla. Y ayer aprovechó el certamen literario catalán para lanzar el enésimo desafío a las mafias y, de paso, al Gobierno español. “Lamento que el nuevo Ejecutivo aún no haya pronunciado las palabras mafia y narcotráfico ni tampoco su propuesta política sobre cómo contrarrestarlos y, en este momento de crisis, recuperar su botín y devolvérselo al pueblo español”, explicó el italiano.
Es esa una operación que avanza a cámara lenta, al menos a juzgar por las palabras del italiano: “Criminales búlgaros, rusos, georgianos, albaneses, calabreses, marroquíes y nigerianos tienen negocios aquí, con la cocaína, con la usura. Pero España percibe todo esto como una invasión, como si no tuviera nada que ver y solo lo padeciera. No es así. Si estas organizaciones no tuvieran respaldo de empresarios locales no podrían ganar”.
En el prólogo de Vente conmigo, Saviano enumera la 10 razones por las que según él merece la pena vivir. El número 8 lo ocupa: “Soñar con volver a casa, tras haber sido obligado a estar lejos mucho, mucho tiempo”. Algo relativamente fácil de realizar si, como le recomendaban a las puertas del colegio napolitano, se hubiese callado. Pero no lo hizo.
La obra está inspirada en un programa que el propio escritor presentó en la televisión italiana hace meses. Más antiguo, en cambio, es un reportaje que se emitió en Italia y en el que un periodista preguntaba a los adolescentes recién salidos de un instituto de Nápoles qué opinaban de Saviano. “Podría haberse callado, por su culpa ahora hay más controles de la policía y nos obligan a llevar el casco cuando vamos en moto”, contestaba uno. La culpa del escritor y periodista italiano fue publicar en 2006 Gomorra, un libro que vendió millones de copias en todo el mundo y en el que Saviano desmenuzaba la Camorra napolitana y sus escándalos, sin miedo a ponerles nombres y apellidos.
Desde entonces, más que una espada de Damocles, el escritor tiene las bastante más peligrosas pistolas de los camorristas apuntando a su cabeza. E Italia se ha dividido entre una minoría, desde aquel chico hasta ministros del último Gobierno de Silvio Berlusconi, que considera que ha pintado un cuadro de Italia que no existe y ha mentido y una aplastante mayoría que lo apoya y exalta su valor. La segunda opción es la más escogida en el extranjero, donde el autor no da abasto entre premios e invitaciones a festivales. Como ayer, en Barcelona, donde el escritor aprovechó para hablar, como acostumbra, de mafia y literatura.
Este joven, que lleva una vida bajo escolta cambiando de casa cada dos por tres y cultivando la utopía de “una cerveza con los amigos”, ha envejecido mucho más allá de sus 31 años. Aun así, sigue en el campo de batalla. Y ayer aprovechó el certamen literario catalán para lanzar el enésimo desafío a las mafias y, de paso, al Gobierno español. “Lamento que el nuevo Ejecutivo aún no haya pronunciado las palabras mafia y narcotráfico ni tampoco su propuesta política sobre cómo contrarrestarlos y, en este momento de crisis, recuperar su botín y devolvérselo al pueblo español”, explicó el italiano.
Es esa una operación que avanza a cámara lenta, al menos a juzgar por las palabras del italiano: “Criminales búlgaros, rusos, georgianos, albaneses, calabreses, marroquíes y nigerianos tienen negocios aquí, con la cocaína, con la usura. Pero España percibe todo esto como una invasión, como si no tuviera nada que ver y solo lo padeciera. No es así. Si estas organizaciones no tuvieran respaldo de empresarios locales no podrían ganar”.
En el prólogo de Vente conmigo, Saviano enumera la 10 razones por las que según él merece la pena vivir. El número 8 lo ocupa: “Soñar con volver a casa, tras haber sido obligado a estar lejos mucho, mucho tiempo”. Algo relativamente fácil de realizar si, como le recomendaban a las puertas del colegio napolitano, se hubiese callado. Pero no lo hizo.
Es imposible combatir las mafias en el mundo sin que España decida derrotarlas”
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