Presuntas memorias políticas de Juan Camargo 24 /bis

EL PRESUNTO CRIMEN 

DEL 

PARQUE DE SERVICIOS

PARTE PRIMERA

ANTECEDENTES

Poco tiempo antes de que el Gobierno del Reino de España promulgase la primera ley de prevención del riesgos laborales pidieron verme dos personas que afirmaron ser uno miembro de Comisiones Obreras y otra de la Unión General de Trabajadores para anunciarme que el Boletín Oficial del Estado promulgaría en breve,como así fue una ley de prevención de riesgos laborales y que yo con mas de quinientas personas a mi cargo en aquellos momentos me convendría estar protegido frente a cualquier eventualidad.

Lo primero que  hice fue, aprovechando que mi jefe directo en aquellos aciagos días era un sindicalista de la fabrica PEGASO como Jose Macias Soto fue averiguar si mis interlocutores eran quienes decían ser.

Macias me lo confirmó y aproveche para exponerle la situación crudamente y tal y como me la habían contado mis interlocutores que me planteaban aquellos sujetos lo que el me contestó despectivamente de que llevase el tema a la reunión de los "gremlins" del próximo sábado cosa que hice.

En la reunión con el Alcalde Isidro Florencio Campos Corona tuve en algún momento miedo de que me arrojase por el balcón de la bandera a la calle tal fue el cabreo que le produjo mi cruda exposición del asunto y mi apoyo a la posición de mis interlocutores.

Desde luego se negó en redondo a aceptar las condiciones impuestas por los sindicaleros y que yo si apoyaba.

Asi las cosas le conteste a mis interlocutores de que los acuerdos a los que habíamos llegado quedaban sin efecto por la falta de apoyo de mis superiores jerárquicos,

Quiso la mala suerte de que poco tiempo despues un trabajador municipal sufriese la practica amputacion de una pierna en un gravisimo accidente laboral mientras trabajaba en una zanja por el deslizamiento de una piedra que aprisonó su pierna contra la pared de zanja.

Mientra me encontraba en esos lances recibí la llamada de uno de mis interlocutores que con voz arrogante y mafiosa me dijo que tendría problemas por no haber accedido a sus condiciones del contrato de protección que me habían ofrecido.Se me olvidada decir que hice participes de los hechos a los delegados de ambos sindicatos en el Ayuntamiento quienes se rieron mucho de mis tribulaciones.

Le conteste a mi inoportuno interlocutor de que  en ese momento me dirigía en un coche oficial a la sede de la UGT de la avenida de América primero y a la de Comisiones  despues" para vernos las caras y hablar a fondo del asunto".

Ninguna de las "reuniones previstas" pudieron darse ya que los miembros de la seguridad me impidieron la entrada. 

El acuerdo al que llegamos fue que a cambio de 100.000 euros al año tendríamos garantizada la protección en el caso de un accidente de un trabajador tanto yo como los políticos afectados.

La pretensión inicial era de 250.000 euros.